madrid - Aitor Martínez Ibarrola y Beñat Ereño Naranjo, los dos jóvenes acusados de realizar presuntamente pintadas el pasado noviembre a favor del dirigente de ETA Mikel Irastorza, negaron en el juicio celebrado ayer en la Audiencia Nacional ser los autores de las mismas amparándose en que uno de ellos es zurdo y otro no mide más de 1,60, en contraposición a lo recogido por el atestado de los hechos realizado por la Policía. “Es vergonzoso estar aquí”, aseguró uno de ellos.
La fiscal elevó a definitiva la pena de un año de prisión por delito de enaltecimiento del terrorismo para cada uno de los acusados que durante el interrogatorio aseguraron que están “en contra” de ETA y que no comparten ni su actividad ni sus postulados. También descartaron que entre ambos exista una relación de amistad sino que se conocen porque ambos son de la localidad alavesa de Laudio.
Ambos aseguraron en el último turno de palabra que “no tienen nada que ver” con las pintadas cuya autoría, señalaron, pertenece a la izquierda abertzale. “Todos los que han pasado por aquí no han relegado de la militancia. Si estoy aquí es simplemente por odio de los agentes”, señaló Martínez Ibarrola, mientras que Ereño denunció que este juicio es “vergonzoso” y que la única prueba en la que se basa la Fiscalía es un vídeo en el que se ve “claramente” que no es él.
a favor de irastorza Según la Fiscalía, los dos jóvenes se pusieron de acuerdo para, dos días después del arresto de Mikel Irastorza, pintar en color rojo sobre el muro exterior del Matadero Municipal de Laudio la frase Konponbidea bide erkundea, acompañada de un anagrama de ETA y pidiendo la libertad del dirigente de la banda.
Según el fiscal, días después, en los muros de hormigón del paso subterráneo situado junto a la estación de Renfe de la misma localidad alavesa, los dos sospechosos volvieron a hacer pintadas en las que manifestaban su respaldo a Irastorza. Konponbidea bide erankundea ipar!’, Mikel eta besteak askatu y Herria zurekin son las frases que escribieron y al lado de la última se leía la palabra ETA “encerrada en dos círculos concéntricos”. - E.P.