madrid - Tras varios días pendientes de las filtraciones judiciales sobre los escándalos de corrrupción que vuelven a salpicar al PP y al Gobierno de Rajoy, llega ahora el turno de la respuesta política, una vez que Moncloa ha optado por hacer mutis y el presidente español mantenerse en su estrategia de supervivencia sin ofrecer explicaciones. El grupo parlamentario de Podemos y sus confluencias anunciaron ayer su intención de abrir una ronda de encuentros con el resto de partidos para presentar en los próximos días una moción de censura contra el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ante la “grave situación institucional” tras el estallido de la operación Lezo y de otros casos de corrupción que afectan de lleno a miembros del PP. La iniciativa presentada ayer por Pablo Iglesias está abocada al fracaso en el Congreso ya que no cuenta con el respaldo del PSOE, Ciudadanos (C,s) y PNV.
Iglesias recurrió a la ética para justificar la presentación de la iniciativa en una rueda de prensa en el Congreso en la que compareció junto a los portovoces de Podemos, IU, En Comú Podem y en Marea. “Es necesario presentar medidas urgentes para sacar al PP de las instituciones”, aseguró el líder de la formación morada. Al ser preguntado sobre si presentarán esta iniciativa aunque no cuenten con los números suficientes para sacarla adelante, Iglesias respondió afirmativamente. “Nos parece más que un imperativo político, un imperativo ético y moral. Espero que los partidos estén a la altura de la sociedad”, enfatizó, tras defender que ante la situación de “estado de excepción democrático” por la que atraviesa el país debido al comportamiento del PP, esta es la única solución.
La tercera moción de censura desde la Transición tendrá el mismo resultado que las dos anteriores dirigidas a desbancar a Adolfo Suárez y Felipe González. Podemos no tendrá problemas para registrar la iniciativa ya que solo necesita 35 diputados para ello. Pero su aprobación en el Congreso, donde precisará del apoyo de la mayoría absoluta (176 diputados) está abocada al fracaso tras el portazo de PSOE, Ciudadanos, PNV y Nueva Canarias, además del PP, que ya han anunciado su rechazo a la iniciativa, mientras que ERC lo supedita al apoyo de la formación liderada por Iglesias al referéndum catalán y PDECat le pide más detalles sobre la moción, aunque no se ha negado a hablar.
El portavoz del PSOE, Antonio Hernando, rechazó dar apoyo a la moción acusando a Iglesias de “mala fe y de irresponsabilidad” al entender que estos “fuegos artificiales” lo que hacen es “deteriorar” a la oposición. Tras recordar que “no hay una mayoría alternativa a la del PP”, Hernando avisó de que con esta estrategia, Iglesias está “deteriorando” a la oposición. “Estamos perdiendo un tiempo precioso con estos fuegos artificiales de Iglesias para exigir responsabilidades al PP por su pantano de corrupción”, advirtió. El secretario general de C’s, José Manuel Villegas, afirmó que rechazarán la moción y tildó la iniciativa de “número de circo”.
El portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, no se niega a negociar la moción de censura, pero considera “una torpeza absoluta” su presentación en la actual coyuntura porque parte de una posición minoritaria y puede acabar fortaleciendo al presidente Mariano Rajoy provocando el efecto contrario al que parece perseguir. La formación nacionalista, que tiene cinco diputados y que está negociando con el PP los Presupuestos Generales, criticó que Iglesias haya hecho este anuncio sin haber hablado antes con los grupos, sin saber quién será el candidato y sin tener garantizados los apoyos. Según Esteban, con este anuncio Unidos Podemos busca generar “dos polos”, y si no triunfa, dejará en evidencia que “no hay una mayoría alternativa”.
La maniobra de Podemos se produce en un momento de alarma social en la calle por los numerosos casos de corrupción de las últimas semanas que salpican al PP y busca polarizar el escenario en torno a una alternativa a los populares en el Estado español. El principal destinatario no es tanto la formación liderada por Rajoy como el PSOE al que esta iniciativa le coloca en el brete de tener que decantarse entre el apoyo a un partido acorralado por los tejemanejes de la corrupción o abrazar a su rival en el eje de izquierdas en vísperas de unas primarias que culminarán el 21 de mayo con la elección de su secretario general. Los tres candidatos a liderar el partido -Susana Díez, Pedro Sánchez y Patxi López- rechazaron ayer la iniciativa de Iglesias.
Podemos se asegura con este arriesgado movimiento el protagonismo político para las próximas semanas en las que ejercerá como líder de la oposición, frente a un PSOE ocupado en sus tareas internas. En unas semanas se verá si la iniciativa debilitará a Rajoy o, por contra, saldrá reforzado, pero mientras tanto se hablará menos de los casos de corrupción y más de la moción de censura fallida. - DNA