- En la representación de lo que puede ser el final de la era Aguirre, la expresidenta de la Comunidad de Madrid declaró ayer en calidad de testigo en la Audiencia Nacional por el caso Gürtel un día después de la detención, por presunto desvío de fondos públicos, de quien la sucedió en el cargo, Ignacio González. Y lo hizo apuntando al PP estatal, ya que Esperanza Aguirre aseguró que el acusado Alberto López Viejo, que fue consejero de Deportes y viceconsejero de Presidencia, “no era una persona de mi confianza”, sino que era alguien que venía organizando actos en el partido.

Al igual que hizo en su primera declaración como testigo en 2013, Aguirre precisó que López Viejo era el que se encargaba de la contratación de empresas para organizar los actos a los que ella acudía cuando presidía la Comunidad de Madrid, cargo que ostentó entre 2003 y 2012. Agregó que el exconsejero le ocultó que siempre recurría a firmas relacionadas con el grupo del cabecilla de Gürtel, Francisco Correa. “López Viejo me mintió y no me dijo que eran empresas del mismo dueño”, lamentó la actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de la ciudad.

Con una gran expectación mediática, Esperanza Aguirre declaró ayer con un semblante afligido y durante casi tres horas ante el tribunal que juzga a los 37 acusados de la primera época de actividades de la trama Gürtel (1999-2005). No en vano, la víspera se desarrolló la operación Lezo, por la que fueron detenidas 12 personas relacionadas con el anterior Gobierno regional, entre ellas Ignacio González, a quien ella designó como su sucesor en la presidencia en 2012. Un estado de “descomposición” en el PP de Madrid, tal y como lo definió el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ante el que la lideresa no dudó en apuntar hacia arriba dentro de su partido.

Lo hizo también cuando aludió a la reunión que mantuvo a finales de 2004 en Génova con Mariano Rajoy y el entonces tesorero del PP Álvaro Lapuerta. En dicho encuentro, éste le expresó su desacuerdo con la proyectada venta de dos parcelas públicas en Majadahonda y Arganda, a un precio muy inferior al de mercado. Ello probaría que Rajoy estaba enterado de este tipo de prácticas, al contrario de lo que ha venido argumentando el PP: que, por los cargos que ha ostentado, el presidente del partido no ha tenido conocimiento directo de las mismas.

Aguirre relató al tribunal que impidió la venta de las parcelas en esos términos, tras lo que dos concejales del PP de Majadahonda salieron del partido y chantajearon a Correa con conversaciones grabadas que acabaron llegando al exjuez Baltasar Garzón. “Por eso digo que destapé el caso Gürtel”, se reafirmó. Eso sí, lo hizo “sin saberlo”, apostilló.