Madrid - Los trabajos de la Comisión del Congreso que investiga el supuesto uso político de los medios del Ministerio del Interior en la etapa de Jorge Fernández Díaz se han bloqueado, no habrá nuevos comparecientes de momento y prolonga su labor hasta diciembre, sin que se haya fijado fecha para la próxima reunión. Tras una reunión “animada”, como la definió el presidente de la Comisión, Mikel Legarda, del PNV, el encuentro concluyó sin acuerdo alguno y con reproches mutuos entre los grupos, que se culparon unos a otros de boicotear la continuación de los trabajos.
Sin que haya quedado clara la responsabilidad de cada uno en ese bloqueo, lo cierto es que lo que en principio parecía posible, que se acordara la comparecencia -a petición de PSOE y Ciudadanos- del ex director general de la Policía Ignacio Cosidó, tampoco salió adelante, y menos la de los miembros de la conocida como “policía política”. Así las cosas, lo único que parece claro es que la Comisión continuará hasta diciembre y que se esperará a la información que tienen que aportar los distintos organismos, como el Ministerio del Interior o la Oficina Antifraude de Cataluña. Documentos que volverán a exigir los letrados de la Comisión porque, según Legarda, los recibidos son “escasísimos”. Después, vendría, si llega, una segunda fase: la de petición de comparecencias. Impulsada por el PSOE y los nacionalistas catalanes y vascos con el apoyo de otros grupos, la Comisión se creó a raíz de la difusión de las conversaciones, grabadas por no se sabe quién ni cómo, de Fernández Díaz y De Alfonso, en las que hablaban de posibles investigaciones a dirigentes de ERC y CDC implicados en el proceso soberanista. Fernández Díaz y De Alfonso ya dieron explicaciones el pasado día 5. La duda que sembró la reunión de ayer es si serán los únicos y últimos en hacerlo.
Según explicó Legarda, en la sesión de ayer se diferenciaron dos bloques: uno de ellos, en el que se encontraba también el PNV, que apostaba por seguir llamando a nuevos comparecientes, como a algunos comisarios de Policía, al considerar que había suficiente “información abierta” para ello. Otro bloque, que encabezaba el PSOE y que contaba con el apoyo de Ciudadanos, pretendía que acudiera Cosidó y que después de recibir la documentación pendiente, se volviera a debatir una nueva tanda de comparecencias. Pero en el último momento, la abstención de Podemos, que en principio iba a apoyar la comparecencia de Cosidó, impidió que ésta saliera adelante, porque querían unirla a otras, como las de exdirector adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino, el policía José Manuel Villarejo o el exministro socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, que no contaban con apoyos suficientes. De este modo, los votos del PP fueron determinantes, así como las abstenciones de otros grupos en algunas de las votaciones.
Por el PSOE, Antonio Trevín, que en tono irónico dijo que “Cosidó ya puede dormir tranquilo” gracias a Podemos y que Interior “debe estar frotándose las manos”, negó pacto alguno para dejar morir la Comisión. Rafael Mayoral, de Unidos Podemos, fue tajante: “Podemos dar por muerta la Comisión”. Luego, matizó un poco y dijo que, de momento, está “en la UCI” y que su único “hilo de vida” es su ampliación hasta diciembre. Y añadió: “La triple alianza -PP, PSOE y Ciudadanos- ha elegido el verbo esperar. Nosotros el de investigar”. - Efe