Pamplona - El poder judicial se ha impuesto una vez más a la voluntad popular que reside en el legislativo y la bandera republicana no ondeará mañana en la fachada del Parlamento de Nafarroa. La prohibición de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa (TSJN) fue aceptada a regañadientes por la Mesa del Parlamento, que optó por acatar el auto judicial -con los votos a favor de UPN, Geroa Bai y Podemos, y el rechazo de EH Bildu- ante la imposibilidad de que el recurso se resuelva antes de mañana. No obstante, acordó recurrir la decisión ante el Tribunal Supremo con el apoyo Geroa Bai, EH Bildu y Podemos y el voto en contra de UPN.
Además, la Junta de Portavoces del Parlamento aprobó, con los votos del cuatripartito y el rechazo de UPN, PSN y PPN, una breve pero contundente declaración institucional que tilda de “agresión y ultraje” la imposición del TSJN. “El Parlamento de Navarra considera una agresión a su soberanía y un ultraje a las más de 3.500 personas asesinadas en Navarra la decisión del TSJN, a instancias de la Delegación del Gobierno español, de suspender la decisión adoptada de colocar en su fachada la enseña republicana el próximo 14 de abril, como muestra de compromiso con la democracia, los derechos humanos y los valores republicanos”, se lee en el texto.
El posicionamiento de Podemos, que en la Junta de Portavoces expresó por boca de Laura Pérez su rechazo a aceptar el auto, pero en la Mesa su compañera Ainhoa Aznárez votó por acatarlo, fue objeto de algunas críticas que se encargó de aclarar la primera. La secretaria general de la formación morada en la Comunidad Foral defendió que los portavoces exponen su “posición política”, mientras que en la Mesa se actúa desde una “posición institucional”.
También Geroa Bai votó igual que Podemos, con la diferencia de que el portavoz de la coalición, Koldo Martínez, ya había expresado que su grupo estaba a favor de recurrir el auto, de acatarlo y de sumarse a la declaración institucional que lo critica. Más contundente fue Adolfo Araiz (EH Bildu), que consideró “muy grave” que el TSJN “pueda fiscalizar decisiones políticas de este Parlamento”, con lo que “rebaja su categoría” a la de “cualquier entidad administrativa”. Araiz no solo abogó por recurrir el auto, sino también por “defender la soberanía de este Parlamento hasta donde haga falta”.
Laura Pérez observó además “un precedente muy peligroso en términos jurídicos” y añadió que “negar el homenaje simbólico a la memoria democrática y republicana de Navarra no es fácil de explicar a la ciudadanía”. También recordó que “el TSJN no se ha pronunciado durante todos estos años cuando se exhibía la laureada en la Diputación”. Marisa de Simón (I-E) vio “una intromisión del Gobierno del Estado y del PP en las decisiones de este Parlamento” y calificó de “obsesión y barbaridad la persecución del PP a los símbolos republicanos”.
Separación de poderes Desde la oposición, Javier Esparza (UPN) calificó de “buena noticia” que el Parlamento acate el auto y apostó por “respetar la separación de poderes”. El PSN, que había apoyado el izado de la bandera republicana, votó en contra de recurrir el auto porque, según explicó Inma Jurío, “no va a resolver el fondo del asunto” y no tendría “ningún efecto”. Javier García (PPN) dijo que “ningún partido debe entrometerse en lo que dicta una sentencia judicial”.