bilbao - La Justicia francesa interrogó en la madrugada del sábado al correo que entregó la documentación con la localización de los zulos de ETA. Se trata de la persona que ejerció de emisario de la Comisión Internacional de Verificación (CIV) liderada por Ram Manikkalingam que materializó la entrega de la información a las autoridades francesas.
Como informó este diario el pasado domingo, los verificadores internacionales hicieron llegar el documento al fiscal antiterrorista de París, Françoise Molins, por vía interpuesta. Una persona, que no era uno de los miembros del grupo de verificadores, depositó la información en una instancia judicial en Baiona, para que desde allí se la remitierán a su despacho al fiscal de París.
En el momento de la entrega, el correo fue interrogado en la instancia judicial. Según ha podido saber este diario de fuentes conocedoras de la situación, el interrogatorio fue “breve” y las preguntas fueron “de trámite” y de carácter informativo. La cosa no fue a mayores y el emisario regresó sin problemas.
Nada que ver con la situación que se dio el domingo 22 de febrero de 2014 cuando el jefe de los verificadores, Ram Manikkalingam, y Ronnie Kasrils y Chris Maccabe, miembros de su equipo, fueron llamados a declarar por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno para que identificaran a los miembros de ETA con los que se habían reunido en los meses anteriores para abordar la inutilización de armas y explosivos.
Fue la asociación de víctimas Covite la que reclamó al fiscal de la Audiencia Nacional que se les citara como testigos para que “den toda la información que tengan sobre estos terroristas y precisen dónde estaban, quiénes eran, si conocen su identidad, dónde se reunieron con ellos, con el objetivo de que las fuerzas de seguridad los detengan de inmediato”. El juez aceptó la petición de la Fiscalía y los llamó a declarar antes de que regresaran a su sede del Dialogue Advisory Group ubicada en Amsterdam.
Dos días antes de la declaración ante el juez, la CIV anunció en Bilbao que ETA había sellado una “cantidad determinada” de armas, munición y explosivos y Manikkalingam presentó en público un documento con un inventario de armas entregadas por la banda en Toulouse. La entrega fue grabada en un video que se emitió ese mismo día en la BBC, en el que aparecían dos encapuchados de ETA junto a Manikkalingam y Kasrils. El arsenal entregado fue tan reducido que quedó en entredicho la credibilidad de la operación, así como la labor de los verificadores y el aval a estos por parte del Gobierno de Urkullu.
Constituida en septiembre de 2011, un mes antes de que ETA anunciara el cese definitivo de su actividad armada, la Comisión Internacional de Verificación está formada por un grupo de seis personas con experiencia internacional en procesos de paz y seguridad. Además de Manikkalingam (Sri Lanka), Kasrils (Sudáfrica) y Maccabe (Reino Unido), el equipo está integrado por la colombiana Aracelly Santana, el indio Satish Nambiar y la holandesa Fleur Ravensbergen
Los conflictos en Irlanda del Norte, Sudáfrica, Sri Lanka, Kosovo, Tanzania, Irak y Nepal son algunos en los que han intervenido como asesores quienes integran esta comisión, cuya labor en Euskadi no ha contado con el aval del Gobierno español, aunque sí con el reconocimiento de las instituciones y todos los partidos vascos salvo PP y UPN.
El equipo de Manikkalingam dio por terminada su labor en el desarme de ETA tras la entrega a la Fiscalía francesa de la documentación con las localizaciones de los zulos y la despedida del lehendakari Iñigo Urkullu. Marcharon de inmediato hacia Holanda para preparar su proxima misión en Irak y Siria.