GASTEIZ. Esta petición se incluye en una proposición no de ley conjunta del PNV y PSE-EE, socios en el Gobierno Vasco de coalición, debatida hoy en el pleno de la Cámara de Vitoria y que va en la línea de la declaración suscrita ayer por los partidos políticos y sindicatos vascos y navarros, excepto el PP y UPN, en apoyo al desarme de ETA.

En ese texto, aprobado con los votos a favor del PNV, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PSE-EE, los firmantes consideran que el desarme es un paso imprescindible para la paz e invitan a los gobiernos español y francés a coadyuvar a la culminación del desarme de la banda terrorista.

La iniciativa también solicita a la Comisión Internacional de Verificación que continúe desarrollando "sus buenos oficios" para culminar este objetivo y valora "favorablemente" la implicación de personas y entidades de la sociedad civil en su contribución al logro de este fin.

La Cámara también invita al Gobierno Vasco a desarrollar gestiones de apoyo a un acto de desarme final "con garantías de igualdad y seguridad".

El único grupo crítico con esta iniciativa "desafortunada en el fondo y la forma" ha sido el PP, cuyo presidente, Alfonso Alonso, ha considerado "humillante" que un Parlamento se dirija a una banda terrorista "instándole" a algo como si fuera un agente político o social normalizado. "Lo que hay que condenar es la raíz perversa de la ideología que sostenía a ETA", que aún no ha sido derrotada, ha subrayado.

Alonso ha añadido que le hubiera gustado que este texto exigiera a ETA que reconociera el daño causado, que pidiera perdón y que colaborara con la justicia para esclarecer los crímenes sin resolver, y ha dejado claro que la verificación del desarme tiene que corresponder a los jueces y a las Fuerzas de Seguridad, no a unos observadores internacionales,

"Es bueno que ETA asuma su derrota sin obtener ningún precio a cambio", ha reconocido tras insistir en que el vencedor en este caso es la democracia y el Estado de Derecho que es el que ha acorralado a los terroristas. "No esperen ninguna contrapartida, favor o precio", ha dicho Alonso a la izquierda abertzale.

El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, ha expresado su satisfacción por el desarme pese a que llega tarde por culpa de la banda terrorista y del Gobierno español, a quien ha pedido que "no obstaculice" este proceso y que lo facilite.

Ha recordado que a ETA "no la creó Euskal Herria" ni tuvo la autorización del pueblo, con el que está, ha dicho, en deuda, y ha reconocido que aún hay "demasiado odio" en este país por lo que será necesario dar pasos en ese sentido.

Julen Arzuaga (EH Bildu) ha tachado de buena noticia el acuerdo de hoy en la Cámara que ha confiado en que sea el comienzo de un nuevo camino para apostar por la convivencia y ha calificado el desarme de "paso de ETA a favor de la paz" y de "un momento histórico" porque supone un punto de inflexión entre un ciclo viejo que se va a cerrar y uno nuevo.

Arzuaga ha defendido avanzar hacia la reparación de "todas las víctimas", hacia una solución para "presos y exiliados" y hacia la desmilitarización del territorio. Sobre el esclarecimiento de los asesinatos tras la entrega de armas se ha preguntado cuántos casos se han solventado tras la incautación de armamento por parte de las Fuerzas de Seguridad.

Por su parte, Lander Martínez (Elkarrekin Podemos) ha opinado que el sábado será complicado sonreír porque en la mente de todos estarán los asesinados, heridos y amenazados y ha señalado que el desarme no llega tarde cinco años, sino cinco décadas.

No obstante, ha pedido una reflexión serena, sin reproches y sin ajustes de cuentas, pero ha abogado por desarmar también la "violencia cultural".

El socialista José Antonio Pastor ha subrayado que su partido quiere que a partir del sábado se abra una ventana para que de esas armas se puedan extraer datos que aclaren los asesinatos sin resolver para que las familias puedan cerrar su duelo y eso, ha añadido, "solo lo puede determinar la justicia, en cuyas manos debe culminar el proceso abierto".

Pastor ha emplazado a ETA a asumir de una vez ese daño "tan injusto como inútil" que ha causado y ha incidido en que el desarme "debe dar pie" a su definitiva desaparición sin cesiones, desde la legalidad y sin condiciones.