Bilbao - Ninguno de los tres candidatos a dirigir el PSOE desea librar una batalla, pero la recogida de avales determinará la parrilla de salida para Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López en su carrera por liderar el socialismo español. Será relativamente fácil que superen el corte mínimo del 5% exigido para encabezar sus candidaturas, si bien la primera prueba de fuego en forma de apoyo escrito de la militancia ya ha arrancado. A menos de 20 días para que Díaz, Sánchez y López puedan empezar a recabar firmas, el equipo de la baronesa andaluza, y aspirante predilecta del aparato de Ferraz, tratará de realizar una demostración de fuerza de cara a las primarias del 21 de mayo.

La convocatoria del cónclave socialista, que ayer hizo efectivo el Comité Federal en una reunión en Madrid, no ha estado exenta de discusiones entre las familias que aspiran a hacerse con el poder del PSOE. Los plazos determinados por la Comisión Gestora estuvieron en el epicentro de las críticas, principalmente provenientes del bando sanchista, aunque quedaron rápidamente eclipsadas por la puesta en marcha de las maniobras para la recogida de los avales. De acuerdo con los plazos acordados, Sánchez, López y Díaz deberán recoger las firmas entre los días 20 de abril y 4 de mayo para poder convertirse en candidatos. Quienes superen el corte serán proclamadas el 8 de mayo, para un día después arrancar la campaña hasta el 20 de mayo.

Díaz, que a priori tiene una clara ventaja sobre Sánchez y López en este ámbito, ha puesto la maquinaria a pleno rendimiento. Y ayer, en una jornada en la que tuvo contacto con sus afines en el PSOE-M y viajó a un acto con socialistas en Canarias, no tuvo reparos en reconocer la importancia que otorga a las firmas de los militantes. “Ese nivel de compromiso que es el aval es un instante en el proceso de primarias de muchísimo valor para mí; es muy importante que alguien diga yo avalo a Susana; le doy un valor enorme y voy a comprometerme al máximo con los compañeros para tener esa confianza, para que me den su aval primero y después el voto en la urna”, afirmó. Esa primera meta tiene “un valor enorme”, según se reafirmó, ya que obtener el sostén de los socialistas equivale a “dar tu palabra, te comprometes y eres capaz de representar a esa persona”.

La presidenta de la Junta de Andalucía, que tiene mayor capacidad de recolectar apoyos de los militantes al contar con el beneplácito de la mayoría del aparato territorial -el andaluz que dirige es la federación más potente en el conjunto del Estado-, apuntó que se comprometerá “al máximo” con sus compañeros para que primero le “den su aval y después, el voto en la urna que nos permita que después de ese día el PSOE salga otra vez a ganar”. A lo que acontezca en las votaciones fijadas para el 21 de mayo se agarran, por el contrario, tanto Patxi López como Pedro Sánchez, sabedores de que el resultado de los avales, pese a que puede definir las posiciones de la campaña, no es sinónimo de victoria segura. El exlehendakari y el exsecretario general socialista tratarán de superar el corte durante una recogida de apoyos en la que históricamente se ha jugado con firmas prestadas.

“cuestión de votos” No obstante Sánchez, cuyos últimos actos políticos han sido los más numerosos de entre los celebrados por los tres contendientes en liza, puede jugar la carta del apoyo que le brindan las bases. Inicialmente, López quedaría en tercera posición. Pero esa situación no supondrá que abandone la carrera a la secretaría general de PSOE, a pesar de que las otras dos candidaturas presionan para que se retire en caso de que la recogida de avales le deje en última posición. El exlehendakari llamó a “dejar atrás la agresividad” durante el proceso de primarias y avisó de que esto “no es una guerra de avales, sino una cuestión de votos de militantes”.