Iruñea - “Damos inicio al proceso para la articulación de esa nueva EH Bildu que, junto con miles de personas, construya ese futuro mejor que queremos para nuestro pueblo”. Esa es, a grandes rasgos, la apuesta general que las siglas formadas por Sortu, Alternatiba, EA y Aralar aspiran a mantener para pasar de funcionar como una coalición a convertirse en un “sujeto político con su identidad y militancia, abierto, inclusivo, participativo y plenamente democrático”. Los cuatro partidos se reafirmaron ayer en Iruñea en la vía de la acumulación de fuerzas políticas soberanistas y de izquierdas tomada en 2012 para, tras cinco años de andadura, poder abrir una nueva etapa en la que incorporarán a su proyecto a “sectores y personas independientes con nuevas ideas y proyectos, no necesariamente identificadas con ninguno de los partidos” que lo forman.

Los máximos responsables de Sortu (Arnaldo Otegi), Alternatiba (Oskar Matute), EA (Pello Urizar) y Aralar (Rebeka Ubera) protagonizaron un acto con el que EH Bildu inició el proceso de articulación para reforzar las señas de identidad de la coalición y, a la par, mantener “la autonomía y la identidad de los partidos políticos fundacionales”, que seguirán teniendo “discursos, perfiles y espacios” diferenciados.

El segundo de los ejes de acción será “actualizar la propuesta soberanista y de izquierda transformadora para Euskal Herria, lo que en la actual coyuntura pasa por diseñar y, en colaboración con todas aquellas fuerzas políticas, sociales y sindicales que lo deseen, coliderar un proceso soberanista de corte transformador, orientado a la construcción de un estado propio y socialmente avanzado”. El manifiesto, que fue leído por Ubera y Matute, afirma que a EH Bildu le ha llegado el momento de “reforzar la alianza político-institucional de fuerzas soberanistas y progresistas” que abogan por el derecho a decidir “como fórmula de construcción nacional y transformación social desde abajo y desde la izquierda”.

Esas características serán el instrumento “para garantizar los derechos sociales, económicos, políticos, culturales y lingüísticos de todas las personas”. Haciendo un balance “eminentemente positivo” a pesar de reconocer que en su trayectoria también han existido “errores políticos y diferencias evidentes en la gestión interna”, los componentes de la coalición confiaron en que la nueva etapa se adecúe su praxis política “a la nueva realidad”.

Esa nueva realidad está acompañadas de la apertura de “una nueva ventana de oportunidad que queremos aprovechar”. Así se refirieron a “los vientos soberanistas que soplan tanto en Escocia como en Catalunya”, además de los avances habidos “en el proceso de resolución del conflicto, a pesar de la actitud obstruccionista y saboteadora de los estados español y francés”. - DNA