bilbao - El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha concedido por primera vez un permiso penitenciario extraordinario al que fuera jefe militar de ETA Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote. Con ese permiso, el preso podrá atender durante unas horas a su padre, que padece problemas de movilidad, ha sufrido varios ictus y tiene una avanzada edad. El permiso se ha adoptado de acuerdo con el informe del Instituto de Medicina Legal a pesar de contar con el rechazo inicial de la Junta de Tratamiento, pero la novedad en este caso radica en que la Fiscalía no va a recurir esta decisión porque García Gaztelu va a estar custodiado por las fuerzas de seguridad en todo momento y el permiso es extraordinario. Cabe recordar que el preso fue condenado por los asesinatos de Miguel Ángel Blanco y Gregorio Ordóñez, dos víctimas con un simbolismo especial para el PP. También fue condenado por la muerte del socialista Fernando Buesa y del periodista José Luis López de Lacalle. Está condenado a 450 años, pero cumplirá un máximo de 30.
Este permiso no debe confundirse con otras salidas ordinarias por varios días que disfrutan los presos que han progresado de grado y han renunciado a la violencia. El recluso será trasladado desde la prisión en Huelva a otra en Euskadi, para poder visitar durante unas horas a su octogenario padre. La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha decidido no recurrir el permiso penitenciario por ser extraordinario por razones de enfermedad grave y porque irá custodiado por las fuerzas de seguridad. Fuentes fiscales informaron a Efe de la decisión después de que el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, haya permitido al que fuera jefe militar de ETA salir de la cárcel.
El permiso se apoya en un informe del Instituto de Medicina Legal que acredita que el padre de García Gaztelu ha sufrido varios ictus y padece degeneración neuronal, según han precisado fuentes jurídicas, que recuerdan que este tipo de permisos no son una rareza, más aún cuando el interno se encuentra en Huelva y su padre en el País Vasco. El juez Castro tomó la decisión de dejar salir a Txapote durante “el tiempo imprescindible” bajo custodia policial y con las medidas de prevención necesarias.
El mismo juez había rechazado este permiso en un auto dictado el 3 de enero, pero el informe médico le hizo cambiar de criterio y en aplicación del artículo 155 del Reglamento Penitenciario, que regula esos permisos en caso de fallecimiento o enfermedad grave de los padres, cónyuge, hijos, hermanos y otras personas íntimamente vinculadas con los internos. Siempre, eso sí, “con las medidas de seguridad adecuadas” y, en el caso de internos clasificados en primer grado, como es el de Txapote, con la autorización expresa del juez de Vigilancia Penitenciaria. - Efe/E.P.