MADRID. A iniciativa del PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos, la propuesta ha salido adelante tras un debate en pleno en que el que algunos portavoces daban por hecho que el grupo popular se iba a oponer, pese a que ayer ya anunció que se sumaría al acuerdo, a la espera de que la semana próxima se ponga en marcha en el Senado la comisión paralela que ha propuesto para investigar a todos los partidos.

En esta línea, el diputado del PP Eloy Suárez Lamata ha advertido de que la comisión "nace muerta" y "deslegitimada" porque algunos han escrito de forma anticipada sus conclusiones y se han negado por motivos inconfesables a que se investiguen en el Congreso las cuentas del resto de formaciones.

Ha recordado que en otros países europeos, como Alemania, no sería posible crear una comisión de parlamentaria sobre un asunto que está pendiente en los tribunales, porque esa investigación puede alterar la acción de la Justicia.

"No es una comisión de investigación, sino una comisión para demonizar al PP", ha denunciado Suárez Lamata, que ha alertado de que el Congreso no puede convertirse en un "tribunal popular" con el único objetivo de "desgastar al PP".

Antes de sus palabras, los portavoces de los tres grupos firmantes de la propuesta se han esforzado en repasar todos los casos de corrupción en los que se ha visto implicado el PP.

Gürtel, el caso Bárcenas, Púnica, Palma Arena o Brugal, han sido citados por la mayoría, al coincidir en que las investigaciones judiciales han confirmado que este partido lleva financiándose ilegalmente desde su fundación, hace 20 años.

En nombre del PSOE, Artemi Rallo ha aseverado que el PP lleva ocho años "sepultado bajo la sombra de Bárcenas", su extesorero, y ha remarcado que las primeras sospechas sobre irregularidades en el PP pasaron a ser indicios y más tarde pruebas que han crecido con el tiempo, hasta el día de hoy, cuando siguen apareciendo datos.

"Hoy todo el mundo sabe que el PP, durante 20 años, se ha financiado al margen de la legalidad" ha insistido Rallo, que ha acusado al PP de haber intentado "obstaculizar" la acción judicial en una "obsesión" por impedir a tribunales y Parlamento "averiguar la realidad".

A su juicio, la comisión "marcará un antes y un después en la salud democrática de nuestro país, porque para sanar una herida, primero hay que limpiarla" y la "gangrena de corrupción" ha dañado el aprecio de los españoles hacia las instituciones.

Por parte de Unidos Podemos, Carolina Bescansa ha aseverado que el PP "es el partido político más corrupto de la historia", con gente "robando a manos llenas para sí mismos o para el partido", y ha apuntado que abrir la comisión es una "obligación" para todos los que "quieren defender la democracia en España".

Bescansa creía que el PP se iba a oponer a la iniciativa y ha llamado reiteradamente a sus diputados a "romper la disciplina de voto" y apoyarla porque va a permitir saber "cuánto se ha robado" desde el PP, aunque nunca se sepa "cuántos escaños, alcaldes y Gobiernos han ganado haciendo trampas y robando".

Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos, ha justificado la comisión porque estaba incluida en de las seis condiciones que su partido pactó con el PP para apoyar la investidura de Mariano Rajoy.

Dirigiéndose a los escaños del PP, ha aclarado a los 'populares' que no les van a "juzgar", sino a buscar responsabilidades políticas.

Y tras recordarles que sí apoyaron las comisiones de investigación sobre el "caso Palau" en el Parlament de Cataluña o sobre los cursos de formación en Andalucía, les ha espetado: "Pero cuando se trata de investigar el 'caso Bárcenas' ustedes piden que se investigue a todo el mundo, es decir, a nadie".

Girauta ha pedido al PP que ayude a descartar la "terrible hipótesis" de que en España hay "un entramado dedicado a las mordidas, a conceder obra pública a cambio de financiación en negro", porque de lo contrario no habrá "piedad con los corruptos".

También ha respaldado la comisión el PNV, aunque su portavoz Aitor Esteban, ha mostrado su escepticismo ante los resultados que pueda arrojar, más allá de convertirse en un nuevo escenario para el "pimpanpum político" y acabar como "el parto de los montes, pariendo un ratón, con mucho ruido y pocas nueces".

Más optimista se ha mostrado Joan Baldoví, de Compromís, quien ha lamentado que la financiación ilegal del PP, según Bárcenas iniciada en 1982, no haya acarreado dimisiones en sus dirigentes: "nada de nada", ha apostillado.

El único portavoz opuesto a la comisión, aunque después ha votado favorablemente, ha sido el navarro Iñigo Alli, de UPN, para quien la financiación de los partidos debe investigarse en los tribunales y no en el Parlamento.