BARAKALDO - El PNV reforzó ayer en Barakaldo su apuesta soberanista tras celebrar una Asamblea Nacional en la que Andoni Ortuzar demandó un Estado para Euskadi dentro de una Europa federal. “Queremos un Estado vasco, queremos ser libres, tan libres como los demás y dispuestos a compartir nuestra soberanía con otros”, expresó el líder de los jeltzales ante más de 2.000 militantes y simpatizantes. En esta línea, fijó como prioridad alcanzar el reconocimiento nacional y abogó por hacerlo sin crear confrontaciones, “ni con España ni con Francia”.
El acto en el BEC, que sirvió como previa al Aberri Eguna del próximo mes, fue un cónclave con peso histórico al cumplirse 40 años de la histórica asamblea de 1977 y por la presencia de Xabier Arzalluz. Así, con un pabellón lleno y ante la plana mayor del PNV, Ortuzar insistió en que Euskadi es una nación que “quiere ser reconocida y respetada” y que aspira a “tener lo que los otros pueblos de nuestro entorno europeo tienen”. Para ello, el burukide apuesta por avanzar hacia la bilateralidad en las relaciones con España y Francia: “Que se nos respete como sujeto político capaz de establecer nuestra forma de vida. Ser tratados en pie de igualdad y no como entes subordinados”, reclamó.
El presidente del PNV cree que es un momento idóneo para conseguir avances en materia de soberanía y autogobierno -“tenemos la oportunidad de subir un escalón más”, dijo-, no solo en la CAV sino también en Iparralde y en la Comunidad Foral de Nafarroa. “Se dan las circunstancias adecuadas para avanzar en la dirección correcta: Navarra afianza el cambio con templanza, mientras en Iparralde, por primera vez en la historia, da los primeros pasos una institución que, aun incipiente y débil, concita la ilusión de un proyecto común para los vascos”, argumentó. Además, cree que este escenario se ve favorecido en el contexto del desarme y del fin de ETA: “Por primera vez en mucho tiempo miramos al futuro sin la pesada lacra de la violencia”, aseveró.
Respecto a la entrega de armas fijada para el próximo 8 de abril y a la posible disolución de la banda, Ortuzar se comprometió a trabajar para “poner fin de una forma ordenada y cabal a un episodio que nos ha lastrado durante decenas de años”, ya que a su juicio quedan deberes pendientes para lograr el final “definitivo, real y concluyente” de la violencia en Euskadi.
El PNV se mostró asimismo del lado de las víctimas y a favor de “revitalizar” la memoria colectiva. “Estamos con los que sufren y sufrieron, para cicatrizar las heridas pendientes y, por supuesto, para que jamás se vulneren los derechos básicos de la ciudadanía ni en nombre de la patria ni de ninguna idea que pretenda imponerse por la fuerza”, explicó su presidente. En ese sentido, Andoni Ortuzar cree que hay que certificar que “tenemos un país en paz, en paz en primer lugar para nosotros mismos, para esta sociedad, y para las siguientes generaciones de vascos que podrán, si así lo quieren, decidir su futuro en libertad y en plena convivencia”.
El líder del EBB lamenta además las críticas del PP sobre la entrega de armas -“nos han acusado de ser los portavoces de ETA”-, mientras que al mismo tiempo obtienen reproches de EH Bildu y Elkarrekin Podemos por negociar con los populares los Presupuestos en el Parlamento Vasco, aunque considera que dichas críticas terminan reforzando al PNV. “Siempre hemos tenido que ir a contracorriente, pero siempre hemos salido adelante”, atestiguó.
Respecto al futuro, el presidente del EBB insistió en que es indispensable avanzar hacia un nuevo marco político para “configurar un territorio en el que la calidad de vida y el desarrollo humano se conjuguen con la construcción” de una nación vasca. “Ese es el horizonte del nuevo estatus: una nación de mujeres y hombres libres con unos derechos de ciudadanía que amparen la igualdad efectiva de todos y todas ante los poderes establecidos”, resumió.
“Un momento dulce” El dirigente jeltzale quiso recordar a los militantes que participaron en la Asamblea Nacional en Iruñea en 1977, ya que “acertaron en el diagnóstico, acertaron en las medidas y acertaron en la dirección” al fijar el rumbo con el que el partido encauzó los años de la Transición. “Por justicia para quienes en el 77 optaron valientemente por la vía de la reforma en contra de todos aquellos rupturistas y revolucionarios de manual, debemos señalar que, mientras unos jugaron en balde con los sueños de la gente, otros trabajamos para convertir aquellos sueños en realidad”, celebró. En una línea similar, Ortuzar destacó que, pese a que el PNV “vive un momento dulce”, es un partido que “lo ha pasado mal”, aunque hoy en día puede ponerse “delante de nuestro pueblo y dar cuentas de su gestión, de lo conseguido, de lo avanzado, de lo construido y también de lo que hace falta”.
Por ello, el presidente del EBB criticó a quienes les acusan de haber monopolizado el sentimiento abertzale ya que, a su juicio, “el PNV, en sus 122 años de historia, ha sido quien más ha vertebrado Euskadi, quien más ha pensado en su futuro y quien mejor ha guiado a esta sociedad”.