madrid - El Pleno del Tribunal Constitucional (TC) designó ayer como nuevo presidente del alto tribunal de garantías al magistrado conservador Juan José González Rivas con el voto a favor de ocho de los magistrados de este organismo y cuatro abstenciones. Con idéntico resultado fue elegida para el cargo de vicepresidenta la magistrada designada a propuesta del parlamento catalán Encarnación Roca.
El Pleno apenas tardó media hora en deliberar sobre este asunto y designó a su presidente y vicepresidenta en primera votación. Se trataba de la primera reunión que celebraba el recién renovado Constitucional tras la incorporación hace una semana de los cuatro magistrados designados por el Senado, Ricardo Enríquez, Alfredo Montoya, Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer.
La elección del sucesor de Francisco Pérez de los Cobos -quien durante su discurso de despedida apeló al diálogo político por no ser el tribunal de garantías quien a su juicio debe resolver el problema del proceso soberanista catalán-, desató durante las últimas semanas una guerra soterrada por la Presidencia del TC, un órgano que tendrá que resolver en el futuro los recursos que el Gobierno español seguramente irá presentando contra los siguientes pasos que se den en el procés soberanista catalán.
Segunda opción Juan José González Rivas no era en principio quien parecía destinado a presidir el alto tribunal de garantías puesto que todo hacía indicar que el elegido sería el también conservador Andrés Ollero. El pasado mes de febrero PP y PSOE llegaron a un acuerdo para que Ollero fuera el sustituto de Fernández Cobos al frente del alto tribunal de garantías. De hecho el apoyo del PP en el Senado al candidato socialista Cándido Conde-Pumpido allanaba el camino para que Ollero pudiera presidir la institución, a pesar de la negativa inicial de los negociadores socialistas a que esto ocurriera.
Sin embargo, este acuerdo entre los dos grandes partidos estatales no fue bien acogido por los magistrados que componen el Constitucional, al considerar que se ninguneaban sus funciones.
Además, Ollero tenía en su contra la estrecha relación que le vincula con el PP puesto que durante 17 años, desde el 14 de julio de 1986 y el 30 de septiembre de 2003, ocupó escaño en la bancada popular del Congreso al salir elegido en las listas de esta formación por Granada.
Ante esta tesitura se barajaron dos nombres para la presidencia del TC, el ayer elegido Juan José González Rivas y el exrector de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) Pedro González Trevijano. Éste último se vio envuelto en un escándalo al frente de la URJC al ser acusado de intentar sobonar a un catedrático que había impugnado su designación como rector al haber cumplido el plazo en el que debía estar al frente de la institución académica.
Al final, todo hacía indicar que Rivas iba a imponerse, como finalmente sucedió, al ser un magistrado mejor visto por el PSOE, aunque los socialistas preferían al progresista Fernando Valdés, que también se postulaba para este puesto, pero que no tenía opciones porque la Presidencia, dado el sistema de mayorías existente en este órgano, debía corresponder a un magistrado de sector conservador.
Vicepresidenta En lo que sí parecía haber consenso entre los magistrados del Constitucional era en que la vicepresidenta fuera Encarnación Roca, como al final sucedió. Roca logró los mismos apoyos que González Rivas, ocho votos a favor frente a cuatro abstenciones.
Cercana en su día al PSC, fue elegida magistrada del Tribunal Constitucional en 2012, a propuesta del Parlamento catalán, y contó con el visto de bueno de la antigua Convergencia i Unió, hoy PDeCAT.