DONOSTIA. López ha celebrado este acto "en casa, entre los socialistas vascos" en un hotel donostiarra hasta el que se han acercado medio millar de militantes y representantes del PSE, entre ellos su secretaria general, Idoia Mendia, el expresidente de la formación Jesús Eguiguren, y dirigentes como Rodolfo Ares e Iñaki Arriola.
Se ha dirigido en varias ocasiones a sus compañeros vascos para pedirles su "apoyo" y su "ayuda" en esta "gran batalla" para "salvar" al PSOE.
"Yo no voy a clasificar a los militantes en buenos y malos, en rojos y azules, en militantes de izquierdas o derechas" porque "todos somos socialistas defendiendo lo que pensamos que es mejor para nuestro partido y para nuestro país", ha enfatizado.
Por este motivo, ha querido dejar claro que "ésta no es una batalla para ganar las primarias sin más. Es para tener muy claro lo que hay que hacer al día siguiente", cuando "no podemos jugar a pasar facturas ni a cobrar revanchas sino a sumar, a unir, a integrar a todos en un mismo proyecto, en una misma ilusión".
Ha asegurado que él defiende un proyecto socialista "claro y sin matices, sin actos de fusión o de confusión, ni con la derecha ni con Podemos".
"No quiero que el Partido Socialista se defina por votar todas las semanas con el PP, ni por buscar alianzas ciegas con un Pablo Iglesias que lo único que pretende es acabar con nosotros", ha advertido.
Patxi López ha dicho que su voluntad es definir al PSOE en una "izquierda exigente, creíble y razonable" para que vuelva a ser un "partido ganador".
Ha reconocido que el partido ha pasado una "muy mala época" y que los acontecimientos del último año han dejado a "todos tocados", aunque ha opinado que es hora de decir "se acabó".
"No se trata de buscar culpables, de señalar con el dedo al más malo, ni de buscar a los más responsables porque responsables somos todos los dirigentes de este partido, todos, sin excepción", ha añadido.
En su opinión, se trata de "cerrar una etapa y poner los medios para impedir que vuelva a suceder", "se trata de evitar un choque de trenes que nos lleve al desastre".
"Es la hora de la militancia. Es la hora de decidir entre todos qué orientación damos a nuestro partido", ha defendido López, quien ha apostado por abrir la formación "física y mentalmente", por "recuperar debates, reavivar procesos internos, abrirse a nuevas ideas" y, sobre todo, por hacerlo desde la "unidad".
Ha reivindicado la necesidad de "volver a transitar juntos por las vías del socialismo" como "esperanza de un futuro mejor" y como "bendita utopía" ya que ésta es, ha dicho, "el motor" que sirve de guía para "avanzar y transformar realidades injustas".
Patxi López ha explicado que quiere un proyecto para recuperar el control político, derogar la reforma laboral, definir una fiscalidad más justa, ayudar a los que lo están pasando mal, limpiar la gestión política y dar también una "respuesta sensata a la crisis" del modelo territorial mediante una "reforma federal de la Constitución que adapte el Estado de las autonomías, incorpore nuevos derechos y libertades y garantice la igualdad y la libre identidad de todos los ciudadanos".
El aspirante a liderar el PSOE ha aclarado que él no quiere un partido "uniforme" sino "unido" que "recupere los valores de lealtad, compañerismo y fraternidad que se han perdido en algún lugar de este camino".
"Socialistas vascos, ayudadme, como siempre y más que nunca. Ésta es la gran batalla. La batalla por salvar el PSOE", ha concluido López entre aplausos de los asistentes.