gasteiz - Iñigo Urkullu defendió ayer como “razonable y ajustada” la decisión de su Ejecutivo de contar con 37 nuevos altos cargos, después de que EH Bildu y Elkarrekin Podemos cuestionarán los nombramientos, que suponen un aumento del gasto de 2,4 millones de euros, en la sesión de control parlamentario al Gobierno. Según Urkullu, el actual gobierno es el segundo que menos altos cargos tiene en los últimos treinta años, y el que menos tuvo fue el anterior, “el de menor estructura” en las últimas tres décadas.
“En una de las primeras entrevistas que concedió tras crear el Gobierno dijo que la aparición de tres nuevas consejerías no iba a suponer una proliferación de altos cargos”, señaló el parlamentario de EH Bildu Iker Casanova, que afirmó que esta “proliferación es la factura que tiene que pagar al Partido Socialista; pero las facturas del Partido Nacionalista, por favor que se las paguen ustedes y no se las remitan a la ciudadanía, vía presupuestos”.
Casanova destacó que se ha creado “un Departamento de Trabajo sin Lanbide, un Departamento de Ordenación del Territorio sin infraestructuras, y un Departamento de Comercio y Turismo sin presupuesto” para satisfacer al PSE”. Y como solo le va a corresponder gestionar el 4 % del presupuesto de este país, lo que sí ha sido generoso es en la entrega de altos cargos”, añadió.
Por su parte, la parlamentaria de Elkarrekin Podemos Pili Zabala le preguntó a Urkullu “cómo justifica usted que su Gobierno sea el que más altos cargos ha tenido en los últimos seis años” cuando “según su consejero de Economía, los presupuestos tendrán que ser particularmente ajustados y sin holgura, su consejero de Vivienda dice no contar con los recursos suficientes para hacer las políticas que querría, y la RGI no se incrementa lo que debe, excusados en la sostenibilidad del sistema”.
El lehendakari afirmó que, efectivamente, los presupuestos “son ajustados, pero lo son especialmente para los gastos de estructura interna”, pues “el presupuesto ha crecido un 1,2% y el gasto en personal directivo público un 0,02 %”.
A Casanova, por su parte, le acusó de practicar la “demagogia” con sus críticas. “Igual que reconocemos el trabajo de todos los trabajadores públicos también nos corresponde reconocer y respetar el trabajo de los altos cargos, que hacen su trabajo con todo el compromiso, con toda la transparencia y profesionalidad, sin horarios y con todos los controles”.