MADRID - El grupo parlamentario de Podemos hizo ayer efectivos los cambios aprobados en la dirección con el debut de Irene Montero como portavoz en el Congreso de los diputados, en sustitución de Iñigo Errejón, y con una nueva reubicación de la posición de sus diputados en el hemiciclo que quita visibilidad a los errejonistas. El ahora secretario de estrategia política, Íñigo Errejón, deja de sentarse al lado de Pablo Iglesias y ocupa desde hoy un escaño en la fila superior; mientras que Montero, como nueva portavoz, es la que se sienta en la butaca contigua a la del secretario general. La nueva portavoz adjunta, Ione Belarra, también baja a esa primera fila de Podemos, detrás de la bancada del Gobierno, para ocupar el escaño siguiente al de Montero.

Errejón, por su parte, se sienta ahora entre el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, cuyo lugar se ha respetado por los acuerdos con la coalición; y Rafael Mayoral, que al otro lado tiene a Noelia Vera, ambos pablistas y miembros de la dirección. Esta reordenación afecta también a otros diputados, como Tania Sánchez, que desde ayer está sentada en la última filaE, conocida como el gallinero. Bajan a posiciones más visibles diputadas como Sofía Castañón o Noelia Vera.

Los cambios, en definitiva, sitúan en posiciones de primera línea a las personas del equipo de Pablo Iglesias que tienen mayores responsabilidades en la nueva dirección, y desplazan por ese motivo a otros, la mayoría errejonistas, como Pablo Bustinduy, Ángela Ballester o el juez Juan Pedro Yllanes.

También cambia de sitio Carolina Bescansa, que abandona la secretaría general del grupo parlamentario (cargo que ocupa ahora Txema Guijarro) y se sienta desde hoy en un escaño en la cuarta fila del hemiciclo, y no en la tercera como antes. A su lado estará el responsable del área internacional de Podemos, Pablo Bustinduy, uno de los errejonistas que se mantienen en la dirección y que también pasa de la tercera a la cuarta fila.

visibilidad Montero justificó los cambios en su primera rueda de prensa como portavoz, al explicar que se han utilizado los mismos criterios que en anteriores ocasiones para situar en puestos más visibles a personas con responsabilidades en el partido. Es decir, que si Tania Sánchez ha subido al gallinero, es porque allí estaba antes la diputada Sofía Castañón, que ahora es responsable de Igualdad y ha sido colocada en una mejor posición, e igual en el resto de casos. Montero confirmó también que Errejón será el portavoz en la Comisión Constitucional, un puesto que antes ejercía Iglesias, y se contemplan cambios en otras portavocías de comisiones más adelante. Errejón se despidió con “orgullo” de su puesto y repitió que ha sido un “honor”, pero que hay nuevas responsabilidades y posiciones y toca “remar”.

Por otro lado, Pablo Iglesias no será el representante de su grupo en la Comisión de Secretos Oficiales, cuya composición se vota hoy en el pleno, y Podemos respetará la tradición de que sean los portavoces parlamentarios los que integren este órgano. La formación morada no ha querido arriesgar a que pudiera haber algún problema reglamentario y ha preferido que sea finalmente Montero la que forme parte de esa comisión, en la que en principio quería estar Iglesias, según reveló el portavoz del PP Rafael Hernando.

De los cambios acordados el pasado sábado por el Consejo Ciudadano estatal de Podemos, Montero destacó que son representativos de que las mujeres de la formación morada dan “un paso adelante” y ocupan posiciones más relevantes. Al tiempo, apuntó el objetivo de realizar un “trabajo democrático para ganar la batalla al plan restaurador de las élites comandado por Mariano Rajoy y apoyado por PSOE y Ciudadanos”.

Tras los cambios aprobados el sábado, la ejecutiva de Podemos la componen quince personas. Restando a Iglesias, diez de los catorce miembros son pablistas. Hay tres errejonistas, lo que supone un 20% de cuota frente al 40% que pretendía el exnúmero dos del secretario general. El cambio de produjo después de que sus tesis perdieran en Vistalegre II. - Efe