MADRID - El mismo fin de semana en que presentó su dimisión como secretario general del PSOE, el pasado mes de octubre, Pedro Sánchez sorprendió en una entrevista en La Sexta lamentándose por no haber pactado con Podemos cuando se presentó a la investidura como presidente español. Una posición en la que se mantiene ahora que concurre para recuperar el liderazgo del partido en las futuras primarias, tal y como se desprende del proyecto estratégico que presentó ayer en Madrid. En ese texto, aboga por impulsar una “alianza de progreso” que consistirá en “la unidad de acción de todas las fuerzas que coincidan en la necesidad de desarrollar una democracia avanzada en lo político y en lo económico que haga progresar la justicia social”.

Sin mencionar a Podemos, el documento de Sánchez apela directamente a la formación morada. Así, defiende un “nuevo diálogo” que parta de la necesidad de “no entrar en colisiones frontales y sistémicas con otras formaciones de la izquierda” ni busque “mimetizarse con ellas”. Toda vez que el objetivo “prioritario es poner coto a las políticas neoliberales y austericidas”, apela al resto de partidos de izquierdas a asumir que “lo fundamental son las alianzas” que hagan realizables las reformas, “alterando las correlaciones de fuerzas existentes”. Más aún, si en la ponencia que la Gestora del PSOE está preparando de cara a su 39 Congreso sitúa como enemigos al PP y el “populismo destructivo” de la formación de Pablo Iglesias, el ex secretario general tan solo arremete contra los populares y el “capitalismo neoliberal”.

En un acto celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Pedro Sánchez presentó el documento Por una nueva socialdemocracia, que consta de 32 páginas y en cuya redacción han trabajado históricos del PSOE como el exministro y expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell y la economista y exministra Cristina Narbona. A esa puesta de largo acudió la propia Narbona, los diputados socialistas que votaron no a Mariano Rajoy -Odón Elorza, Sofía Hernanz, Mariluz Martínez Seijo, Zaida Cantera, Susana Sumelzo y la independiente Margarita Robles- y algunos miembros de su Ejecutiva que se mantuvieron fieles hasta que dejó el liderazgo del partido. El aforo se desbordó, y además de las más de 500 personas presentes en la sala, otro medio millar siguieron el acto desde una pantalla en el exterior. Convocado a las 19.30 horas, el ex secretario general entró en el teatro pasadas las 20.10, mientras el público coreaba su nombre y sonaba a todo volumen la canción Color esperanza, entre fuertes aplausos.

Solución federal En el documento, que Sánchez quiere someter a la opinión de los militantes para después presentarlo al 39 Congreso, también propone que España sea definida como un Estado plurinacional mediante una reforma del artículo 2 de la Constitución, que mantendría el reconocimiento de que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español. Confirma así el viraje que apuntó nada más dejar el escaño en el Congreso, cuando defendió reconocer a Catalunya “como nación que se sienta integrada dentro de España”. Aboga por ello por “una transición a una solución federal para dar cabida a la pluralidad”.