barcelona - La consejera de Presidencia, Neus Munté, aseguró ayer que la Generalitat no ha recibido del Gobierno español “ninguna oferta de diálogo ni ninguna propuesta de sentarse y hablar como personas civilizadas como en un estado democrático tiene que ser”. “Lo único que recibimos son amenazas de inhabilitación y que el diálogo se tiene que limitar a hablar de lo que ellos quieren”, subrayó en declaraciones a los medios en Lleida en respuesta al delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, que el pasado sábado había asegurado que la Generalitat y el Gobierno de Rajiy están manteniendo reuniones a todos los niveles para tratar, entre otras cuestiones, los puntos que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, llevó al presidente Mariano Rajoy en su encuentro en La Moncloa en abril de 2016. Según la portavoz del Govern, tanto estos 46 puntos como los que el expresidente catalán Artur Mas llevó a Rajoy hace unos dos años “están intactos en su incumplimiento”.
Pese a esta negativa de Munté con respecto a los contactos abiertos con el Ejecutivo del PP, el delegado del Gobierno español en Catalunya insistió ayer en que existen vías abiertas, aunque “no se hagan públicas”. En una entrevista concedida a TV3, Enric Millo, aseguró que “estamos absolutamente volcados en buscar un camino de salida” al proceso catalán y que, para ello, se mantiene un diálogo permanente con líderes políticos y sociales, con encuentros “a todos los niveles”, que a veces no se hacen públicos. Millo indicó que su objetivo desde que tomó posesión de su cargo hace ahora tres meses es “diseñar entre todos un camino alternativo” al referéndum y que por ello “estamos dialogando”.
El delegado español en Catalunya añadió que “las conversaciones y encuentros se producen y a veces son públicos, pero no siempre”, porque hay ocasiones en que el hecho de que se conozcan “dificulta la serenidad” y puede “condicionar el éxito de este diálogo”. En este sentido, advirtió de que “algunos miembros del Govern de Catalunya están instalados en una realidad paralela que no responde a la realidad que viven los catalanes”.
Enric Millo recordó que “cada semana hay presencia de miembros del gobierno español en Catalunya que vienen a dialogar”, aunque “la interlocución del Gobierno de España no se canaliza sólo con el Govern de la Generalitat, que también, sino a través de los ayuntamientos, instituciones catalanas y entidades sociales y económicas”. “Nuestra obligación es diseñar entre todos un camino alternativo al de la colisión que supone convocar un referéndum” y exponer que “hay muchas cosas que se pueden aplicar sin cambiar la Constitución y que son fáciles de aplicar”, mientras ha recordado que se puede cambiar la Carta Magna, y que ella misma prevé cómo y con qué consenso se puede hacer. - E.P./Efe