Madrid - El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, cerró ayer el congreso del PP con un discurso centrado en Catalunya. Hasta once minutos dedicó a la cuestión en su puesta de largo tras ser reelegido para dirigir el partido y aprovechó la ocasión para lanzar un aviso a los independentistas, a quienes advirtió de que no piensa ceder a sus reclamos ni “comerciar” con un proceso que pasa “por encima” de la Constitución. El líder del PP, además, hizo un llamamiento al resto de fuerzas políticas, a las que insistió en que están, como él, obligadas a dialogar para garantizar una España gobernable.
Rajoy, que comenzó su discurso con la imagen de una enorme bandera de España tras él, advirtió además de que la independencia de Catalunya supondría una “amputación” que no podría salvar “ningún cirujano”. Además, volvió a reconocer que la Constitución se puede cambiar siempre que lo quiera el conjunto de los españoles, aunque él, advirtió, no lo recomienda.
“Todo esto del proceso secesionista es un disparate”, dijo Rajoy, seguro de que ésa es la posición de la “inmensa mayoría” de los españoles y por eso la va a defender. Por eso, insistió, no piensa “comerciar sobre un proceso que pasa por encima de la Constitución”, que pretende la “fractura de España y la liquidación de la soberanía nacional”. “Nadie nos puede pedir que seamos cómplices de esta arbitrariedad y no lo vamos a hacer”, dijo. Reiteró así que no es posible ninguna negociación sobre si se puede o no cumplir la ley, y qué parte de ésta se puede desobedecer, algo que en su opinión es muy fácil de entender aunque otros no lo admitan “de forma premeditada”.
Si Catalunya ha sido su mensaje más relevante de la jornada, el diálogo con las fuerzas políticas fue el segundo. Cuando todavía está sin presentar el proyecto de ley de los presupuestos generales del Estado, Mariano Rajoy pidió a los partidos de la oposición que se presten a dialogar para llegar a acuerdos, algo que, subrayó, no significa “vender favores al Gobierno”. Advirtió además de que el Gobierno está obligado a dialogar “en el mismo grado que los demás, ni más ni menos” porque España es “responsabilidad de todos”. Además aseguró que él se ha adaptado a esta nueva situación y espera que lo hagan los demás y colaboren con el gobierno en minoría, sobre todo porque son ellos, subrayó, los que siempre criticaban las mayorías absolutas.
Aznar y Barberá Todo en un discurso que Rajoy comenzó citando al gran ausente de esta cita, José María Aznar, que dejó la Presidencia de Honor del partido hace menos de dos meses. Dijo así que los años de Aznar al frente del PP son “un orgullo” para el partido, y los que estuvo en la Presidencia del Gobierno “una herencia” de la que se han beneficiado “todos los españoles”. Y también se acordó el presidente español de la exalcaldesa fallecida Rita Barberá.
Todo en un discurso en el que Rajoy apenas habló del PP, aunque sí sacó pecho de su gestión al comparar la situación del país en el anterior congreso del PP, hace cinco años en Sevilla, con la de ahora: “Antes todo era invierno y ahora vivimos una primavera, si queréis, tibia, pero llena de promesas”. Del resultado de la asamblea de Podemos hablaron otros dirigentes a la salida del congreso, y antes la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, arremetía con fuerza contra el partido de Iglesias, al llamarlo “casta populista”. La número dos llamó además a todo el PP a trabajar para recobrar la confianza de los votantes que se fueron a otros partidos o se pasaron a la abstención y “recuperar la unidad del centro-derecha español”.
Rajoy reveló que le llamó para felicitarle el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, al que le dijo “que no apretara mucho”. Rajoy mencionó en el discurso a los representantes de las fuerzas políticas que asistieron como invitados al acto, entre ellos Miguel Gutiérrez y Begoña Villacís, de Ciudadanos. “Esta mañana me llamó Albert Rivera y le dije que no apretara mucho, a vosotros también os lo digo”, bromeó Rajoy dirigiéndose a los dos dirigentes. El secretario general de la formación en el Congreso, Miguel Gutiérrez, respondió a las declaraciones de Rajoy negó que la labor de su partido sea la de “apretar” al PP, sino que lo que intenta es “obligar” a los populares que cumplan con el acuerdo de investidura que alcanzaron. - DNA