madrid - El juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha rechazado suspender la condena de Sara Majarenas, la presa de ETA cuya hija, Izar, que cumplirá tres años en marzo, permanece ingresada en el hospital tras ser apuñalada por su propio padre el pasado 12 de enero en una vivienda de Benifaió (Valencia). La niña recibe desde entonces atención médica en el Hospital la Fe, en la misma ciudad donde ocurrieron los hechos y donde cumple condena su madre.

Por contra, el juez sí ha resuelto ampliar el horario y número de visitas que podrá realizar la presa de ETA al hospital. Las visitas tienen como objetivo que la mujer pueda pasar con la pequeña “el mayor tiempo posible y cuantas veces se consideren necesarias”.

La madre había pedido un permiso extraordinario para visitar a su hija mientras permaneciera grave en la UCI del centro penitenciario y dicho permiso se concedió en el sentido de que fueran ampliadas su salidas de la prisión de Picassent (Valencia) donde cumple condena tras haber sido detenida en 2005 por formar parte de un comando operativo de ETA. Dichas salidas debían realizarse “con las medidas de seguridad necesarias sin necesidad de recabar previa autorización judicial”.

Además de este permiso extraordinario, Majarenas solicitó a la Audiencia Nacional que dejara en suspenso el cumplimiento de su condena mientras se resolvía la situación de la pequeña, extremo que rechaza la Sala al entender que el asunto queda solventado por esta decisión del juez.

El juez detalla en su auto que debe velar por los derechos tanto de Majarenas como de su hija, que ha estado conviviendo con ella en prisión. Añade que lo más adecuado “en interés de la menor y para evitar una mayor victimización de la madre” es ampliar el horario para que la presa pueda permanecer en el hospital mientras la pequeña siga ingresada.

Majarenas fue condenada a 13 años y diez meses de prisión por ser miembro del comando Levante de ETA. El padre de la niña, de nacionalidad etíope, se personó en la Policía Local de Benifaió, donde confesó que había matado a su hija si bien luego se comprobó que sufría heridas graves. En la vivienda encontraron a la niña con heridas de arma blanca en el tórax, que le había producido una perforación de pulmón; en la espalda y en la mano izquierda. - DNA