madrid - Las discrepancias entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón alcanzaron ayer cotas nunca vistas dentro de Podemos. Hasta ahora el secretario general de la formación morada y su número dos mantenían las formas y mostraban sus desacuerdos a través de mensajes cruzados en las redes sociales.
Eso, sin embargo, era hasta ayer. Iglesias y Errejón protagonizaron una dura discusión en sus escaños en el Congreso, uno al lado del otro, que no pasó desapercibida para el resto de diputados presentes en la Cámara baja. La imagen de Iglesias y Errejón, ambos serios y gesticulando, revolucionó a los fotógrafos que en ese momento se encontraban en el interior del hemiciclo, que pudieron captar distintos momentos de esa discusión aparentemente bastante acalorada.
Más de media hora duró ese intercambio de pareceres entre Iglesias y Errejón, que apenas tienen ya horas para alcanzar un acuerdo que pueda evitar que confronten sus proyectos políticos en la Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos en Vistalegre este mes de febrero.
Tanta atención levantó el rifirrafe entre ambos que varios diputados de su grupo les alertaron de que eran objeto de comentarios entre los periodistas y objetivo de las cámaras. Tras percatarse de ese detalle, ambos prestaron también atención a los fotógrafos y se mostraron ante las cámaras con otro semblante y gestos más amables.
Desde las filas de Podemos, algunos diputados quitaron hierro a lo ocurrido, asegurando que no fue para tanto y que simplemente era una discusión normal en un proceso interno en el que hay tensiones.
Fango y debate Si esta discusión se producía dentro de la Cámara, en los pasillos del Congreso, y por separado, tanto Iglesias como Errejón no dudaron en seguir lanzándose dardos. Errejón salió al paso de informaciones aparecidas en varios medios de comunicación sobre un supuesto plan para descabalgar a Iglesias al frente del partido. Tras negar rotundamente que él o su equipo esté en esta dinámica, Errejón acusó veladamente al sector de Iglesias de ser el origen de esta información. El secretario político de Podemos rechazó las “acusaciones gruesas y el fango” y reclamó entrar en un debate a fondo sobre el rumbo político y el modelo organizativo de Podemos. Errejón, además, descartó la posibilidad de llegar a una acuerdo con Iglesias que evite la confrontación de los dos proyectos.
Por su parte, Pablo Iglesias no estuvo a la zaga a la hora de lanzar reproches a su rival político interno y aseguró que el momento que atraviesa su organización requiere “responsabilidad” y “estar a la altura”.
Además, el secretario general de Podemos afirmó que, por lo que a él respecta, se va a centrar en “trabajar para evitar que nadie convierta a Podemos en un partido como el PSOE”. El líder de la formación morada ya sugirió la semana pasada que el planteamiento de los errejonistas en las negociaciones, así como algunas de sus propuestas, le recordaban al PSOE.