Barcelona - La detención del concejal de la CUP de Vic (Barcelona), Joan Coma, que estaba acusado por la Fiscalía de un presunto delito de incitación a la sedición en un pleno municipal, avivó ayer la tensión en Catalunya. Los soberanistas censuraron que la Operación diálogo emprendida por el Gobierno español es papel mojado, al menos a la vista de que en las últimas semanas se ha incrementado la judicialización las decisiones tomadas por el Parlament, a la vez que se multiplican los arrestos a representantes soberanistas.

“El Estado español me detiene. Aprovechemos todo aquello que nos une para plantarle cara colectivamente”, escribió Coma en Twitter poco antes de que lo detuvieran. El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, lo citó el pasado 24 de octubre como investigado tras hacer un llamamiento en un pleno municipal de Vic a desobedecer resoluciones del Tribunal Constitucional (TC) relacionadas con el proceso hacia la independencia. El concejal se negó a declarar, lo que llevó a la posterior orden de arresto que ayer hicieron efectiva los Mossos d’Esquadra. Tras el arresto se generó una reacción en cadena en la que las fuerzas independentistas, desde PDECat a la CUP pasando por ERC, criticaron que el Gobierno de Rajoy siga su campaña de hostigamiento contra las fuerzas nacionalistas.

“Una vez más, el Estado demuestra qué noción tiene de la libertad de expresión. La operación diálogo: de Navidad a San Esteban”, ironizó desde las redes sociales el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, mientras su consellera de la Presidencia, Neus Munté, acusó al Ejecutivo de Rajoy de preparar para 2017 un “vergonzante calendario judicial”. El vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, asimismo, denunció la “judicialización constante de la vida política” y la “persecución de la libertad de expresión” que había padecido Coma, que ayer mismo fue trasladado a Madrid para ser puesto a disposición judicial mientras que su formación, la CUP, había convocado manifestaciones frente a más de tres centenares de ayuntamientos catalanes. No solo partidos de corte netamente independentista criticaron el arresto. De hecho, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, calificó la detención de “desproporcionada”, “injustificada” e “incomprensible”. Los representantes del PP de Catalunya y Ciudadanos, por su parte, celebraron que “no haya impunidad para aquellos que se creen por encima de la ley”. - DNA/Efe