Ferraz está de nuevo que arde. Y esta vez, a diferencia de lo sucedido el pasado 1 de octubre, no se trata de un enfrentamiento por una cuestión de liderazgo entre Pedro Sánchez y buena parte de los barones territoriales encabezados por la andaluza Susana Díaz. Esta vez es por algo más prosaico. Se trata de unos décimos premiados con el Gordo el pasado jueves.
La historia es sencilla. Como en todas las empresas, los trabajadores de Ferraz juegan a la lotería compraron décimos del número 91.674. Además, el dueño de la administración, situada en la Plaza de la Esperanza, regaló cinco décimos del 66.513, el número que a la postre salió agraciado con el Gordo. Uno de los décimos se quedó el encargado de hacer la gestión, otro fue para el gerente del partido, Goyo Martínez, que fue jefe de Gabinete de Pérez Rubalcaba, y un tercer décimo fue para el director financiero de la sede socialista. Los otros dos décimos restantes se dividieron en participaciones que fueron a parar varios trabajadores de administración. En total, a doce personas.
En un primer momento todo era felicidad en Ferraz e incluso el propio PSOE colgó en su cuenta de Twitter un nota en la que se podía leer: “Felices porque muchos trabajadores de la casa de Ferraz han sido agraciados con el Gordo de Navidad. Un gran final para un año difícil”,
Sin embargo, poco duró la felicidad, puesto que pronto se supo que el Gordo no había caído en el número que jugaban todos los trabajadores de Ferraz, sino en los cinco décimos que se habían repartido esa docena, lo que generó un profundo malestar en resto.
Algunos de los trabajadores se preguntan por qué si estos décimos eran regalados como “agradecimiento” por la compra de un número entero no se repartieron entre todos. Lo cierto es que se vivieron momentos de tensión e incluso se escucharon algunos gritos en la sede socialistas. Hubo incluso quien pidió que interviniera el Comité de Empresa para exigir que el premio redundara en el partido, que arrastra una difícil situación económica desde hace años.
Tal fue el embrollo, que la Gestora se vio obligada a emitir un comunicado en el que aclaraba que el PSOE, como organización, “no administra, distribuye o gestiona Lotería de Navidad”. “Son los propios trabajadores y trabajadoras los encargados de la administración, distribución y gestión del número jugado (91.674), que no ha resultado premiado en el sorteo”, apostillaba el comunicado.
Para que el sainete estuviera completo, el gerente Goyo Martínez, que se había quedado con uno de los décimos premiados, no encontraba el boleto y a media tarde del pasado jueves fue a presentar una denuncia en comisaría para evitar que el premios fuera cobrado por una tercera persona. Sin embargo, en la tarde de ayer se deshizo el entuerto. Martínez no había perdido el décimo, sino que lo había intercambiado con otra persona, que a cambio le dio un boleto con otro número. En la tarde de ayer Goyo Martínez acudió a la misma comisaría a retirar la denuncia.
A Los comunistas, sí Mucha más suerte tuvieron los militantes y simpatizantes de Izquierda Unida de la localidad granadina de Pinos Puente, de alrededor de 11.000 habitantes. La diputada provincial de Izquierda Unida en Granada, Carmen Capilla, administrativa en excedencia del Ayuntamiento de Pinos Puente, repartió 32 de los 56 millones de euros del segundo premio (04536) en su localidad. Los decimos, repartidos en participaciones, habían sido comprados por militantes y simpatizantes del Partido Comunista del pueblo. Según señalaba Miguel Campos, militante del PC, “llevamos vendiendo lotería desde hace 50 años entre los militantes y simpatizantes y nunca nos había tocado nada, lo metido como mucho.
Quien no perdió la ocasión fue la dirección estatal de Izquierda Unida que colgó este tuit en su página web nada más conocerse la noticia: “Felicidades compañeros/as de @iupinospuente. Por cierto, ¿conocéis la web de donaciones?”.