Último domingo del año que podemos darnos el gustazo de consumir, esto tan preciado para los lectores que se acercan a esta humilde columnilla, que es un buen periódico a papel. El próximo domingo es Navidad y el siguiente Año Nuevo y, como es absolutamente lógico y entendible, los extraordinarios periodistas que consiguen completar un periódico diario como el nuestro, tienen derecho a estar esa tarde y noche anterior a esas tan señaladas fechas disfrutando de familia y/o amigos, como el resto de nosotros.

Por eso en esta ocasión adelantamos unos días la carta al Olentzero, que además así le dará más tiempo, a nuestro noble carbonero, para buscar la mejor manera de hacerles llegar nuestras peticiones a los diferentes partidos políticos vascos que al fin y al cabo, son los que dirigen el enorme buque donde discurre nuestra preciada vida.

Sin duda, para el PP unos buenos sacos de humildad para empezar a construir aquellos puentes que dinamitaron durante su dura mayoría absoluta sería un regalo magnífico, pero eso se lo dejaremos a los Reyes Magos que pasan por la calle Génova en enero. Para los populares de aquí, que desde luego saben mucho mejor qué es eso de dialogar, creo que el mejor obsequio sería una nueva brújula y una de esas nuevas tiritas que nos colocamos ahora cuando nos hacemos una ampolla en los pies. La brújula les marcará de nuevo un norte que tienen perdido y así podrán de nuevo encontrarse con el resto de partidos y dejar atrás un autoaislamiento político y social que les ha convertido en el último partido de este País. La tirita tiene un cometido parecido, es para tapar el ombligo y así dejar de mirárselo continuamente y ver que más allá hay más vida, diferente claro, pero vida.

Para el PSOE, ese neutralizador borrador de memoria de la película Men in black que te hacía olvidar todo el pasado inmediato, no estaría mal, ya que eso les está suponiendo un enfrentamiento brutal con imprevisibles consecuencias. El PSE ya ha tenido un buen regalo adelantado entrando a formar parte del Gobierno Vasco con su peor resultado electoral, pero una caja de maicena podría ser un buen regalo adjunto, para que empezara a coger volumen y fuerza y además se les viera como primordiales a nivel estatal donde podrían introducir sin duda buenas dosis de cordura.

Para EH Bildu, una máquina del tiempo donde se pudieran meter y ver cómo serán dentro de 20 años y así poder adelantar ese tiempo ya que parece que siempre llegan tarde. Están en un proceso de cambio esencial y lo están haciendo bien pero el peso de las cadenas a las que durante años han estado atados les resta credibilidad social, así que una buena cizalla para cortarlas podría ser un buen regalo también.

Y al PNV, además del libro “cómo no morir de éxito”, una buena aguja pincha globos, para que no leviten sobre la sociedad y se empapen de la realidad social a la que se deben y que les ha colocado al timón del barco.

Ah, se me olvidaba? Podemos y C´s? éstos necesitan como el comer una buena lupa y una estrella que les oriente y marque el camino. El ruido que llega de ellos, es lo más parecido al jaleo de una mala gaupasa veraniega.

Para el resto de los humanoides que convivimos aquí, pediremos sobre todo SALUD, y que el año que viene estemos, al menos, todos con los que estos días vamos a compartir mesa y mantel. Benetan, guztioi, ZORIONAK!!