Madrid - Podemos logró sellar ayer una tregua momentánea entre los dos sectores de mayor preeminencia del partido. Dos horas de reunión entre sus dos cabezas más visibles, el secretario general Pablo Iglesias y el secretario político Iñigo Errejón, sirvieron para que el Consejo Ciudadano Estatal encauzara ayer un pacto de mínimos para la preparación de la asamblea extraordinaria que dirimirá el futuro de la formación morada. Un equipo técnico, compuesto por tres pablistas, tres errejonistas y un anticapitalista, y que no entrará a dirimir las reglas de juego del cónclave que tanta disputa han generado entre uno y otro bando, que quedan al albur de la votación telemática que entre hoy y el martes protagonizan los militantes, pilotará la organización del congreso de Vistalegre II.

La reunión de Podemos en Madrid vino precedida de mucho ruido, aunque finalmente se consiguió un acuerdo básico en cuanto al comité de preparación de la cita y su fecha. El 12 de febrero se echará el cierre al congreso y entonces será el momento para conocer el proyecto ideológico y organizativo por el que Podemos apostará durante su nueva fase política. Las caras que encabezarán esa nueva etapa se conocerán esa misma jornada, que estará precedida de dos días de debates. El pacto mínimo alcanzado ayer por Errejón e Iglesias, colocará a tres de sus fieles por cada sector que encabezan en el nuevo organismo. El secretario de Organización y colaborador del secretario general, Pablo Echenique, estará junto a los pablistas Juanma Del Olmo y Ana Domínguez. Los errejonistas estarán representados por Clara Serra; Sergio Pascual, el anterior responsable organizativo que fuera destituido por Iglesias; y Pedro de Palacio. Los anticapitalistas han situado a Manolo Garí.

sin corrientes Abierta la ruta a Vistalegre II, las diferencias que separan a las dos principales familias de Podemos en el plano de la estrategia política siguen latentes. Las declaraciones efectuadas ayer por Iglesias y Errejón fueron ejemplo de ello, aunque trufaran sus afirmaciones con llamamientos a la unidad. Así lo expuso un Iglesias que realizó un canto a la unidad, ya que “las ideas que organice previamente la asamblea ciudadana no debieran constituir bloques ni corrientes ni partidos irreconciliables después del proceso”. El secretario político, por su parte, apeló a “construir unidad”, pero “no desde la uniformidad sino desde el debate y la articulación de lo diverso”. Los anticapitalistas, por último, lamentaron su escasa representatividad en el equipo que organizará Vistalegre II.