bilbao - El Gobierno Vasco podría estar a punto de ver la luz al final del túnel tras cinco años de conflictos con Madrid en materia de autogobierno. O no. La reunión que mantendrán hoy en Madrid el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, y su homólogo estatal, Cristóbal Montoro, viene rodeada de cierta expectación. Oficialmente, el encuentro tiene como objetivo fijar el límite de déficit de la administración vasca para el próximo año, que no se prevé que sea muy diferente al 0,6% pactado para las comunidades autónomas de régimen común y que brindará una mayor capacidad de gasto. Sin embargo, la incógnita radica en si Montoro sacará de su maletín otra agenda paralela, más política, para convocar la Comisión Mixta y negociar una solución sobre el Cupo tras años de parálisis en ese terreno.

Ese gesto, aunque sea de mínimos, podría derretir los primeros bloques de hielo en la relación entre Euskadi y Madrid, y sería valorado por el PNV como un gesto de reconocimiento de la singularidad vasca y la bilateralidad. La negociación del Cupo, además, es una de las tres condiciones que han puesto los jeltzales para sentarse a hablar de los Presupuestos de Rajoy, junto con la retirada de los recursos contra leyes vascas y el impulso al tren de alta velocidad. Se trataría de recuperar el terreno perdido en materia de autogobierno y avanzar hacia una relación de respeto, aunque las posiciones por ahora están muy alejadas.

El Cupo es el dinero que se paga al Estado por los servicios que presta en suelo vasco y en concepto de solidaridad con otros territorios. Ahora está fijado en el 6,24%. Hay dos debates pendientes. Por un lado, se debe renovar la ley que lo regula, que venció en 2011 y lleva prorrogada desde entonces. Por otro lado, deben resolverse las discrepancias en la aplicación de la ley durante todos esos años, donde Euskadi cree que se le deben unos 1.600 millones de euros.

Durante la pasada legislatura, la mayoría absoluta de Rajoy estrechó el margen de presión del PNV para encauzar ese asunto, ya de por sí complejo de pactar por las cantidades millonarias que están en juego. El anterior consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria, mantuvo conversaciones telefónicas con Montoro y lo abordó en persona en el Consejo de Política Fiscal y Financiera al que acuden las comunidades de régimen común, pero no hubo prácticamente asomo de bilateralidad. La reunión de hoy, en ese contexto, es en sí misma una novedad. El Gobierno Vasco aspira ahora a que la pérdida de la mayoría absoluta de Rajoy le lleve a atender las demandas vascas y convocar la Comisión Mixta. Hasta ahora, la intención de Montoro había sido meter la negociación del Cupo en el mismo saco que la financiación autonómica de régimen común para evitar la interpretación de que existen privilegios, un discurso muy presente en sus socios de Ciudadanos, que está por ver cómo pueden condicionar la dinámica. Finalmente, Montoro no abrió ninguno de los dos debates por escasez presupuestaria y han quedado postergados hasta la fecha.

el ‘efecto psoe’ Rajoy está tanteando a los jeltzales para aprobar los Presupuestos estatales porque Ciudadanos no le proporciona la mayoría absoluta necesaria. Su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha mostrado dispuesta a repensar los recursos contra leyes vascas. En las últimas horas, sin embargo, se han producido movimientos que pueden enfriar la opción de un cortejo a los jeltzales. El PP ve ahora más cerca la posibilidad de pactar los Presupuestos con los socialistas, su opción predilecta desde el primer momento porque que le brinda una mayoría absoluta desbordante. Ha llegado a un acuerdo con el PSOE sobre el límite de déficit de las autonomías, el techo de gasto estatal, una subida fiscal y un aumento del salario mínimo que le hacen abrigar esperanzas sobre un acuerdo de calado en las Cuentas, aunque por el momento el socialismo asegura que se cierra en banda a esa opción.

Con la vía del PSOE sobre la mesa, C’s y PNV podrían quedar en un segundo plano porque ya no serían necesarios aritméticamente. El propio Montoro apostó por pelear el voto socialista y no ir a por el apoyo “marginal”, aunque en ámbitos populares se matizan sus palabras porque son conscientes de que habrá que recurrir muchas veces a otros partidos a lo largo de una legislatura en la que el PSOE quiere ser oposición.

concertar impuestos En cualquier caso, los jeltzales no tienen intención de conformarse con un par de competencias o inversiones en la negociación presupuestaria, sino que van a proponer cuestiones de alcance sobre el cumplimiento íntegro del Estatuto, la bilateralidad y la paz. Las condiciones sobre el Cupo, los recursos y el TAV son previas para sentarse a hablar, pero no implican el apoyo a los Presupuestos. Fuentes jeltzales aseguran a este diario que aún no han cruzado ningún papel con el PP sobre los Presupuestos estatales, sino que están pendientes de que puedan materializarse gestos en las próximas horas para sentarse a negociar.

Hoy estarán pendientes de la comparecencia de Azpiazu tras el encuentro, que comenzará a las 11.30 horas, y estarán al quite para ver si hay convocatoria o no de la Comisión Mixta. “La reunión de hoy es una cuestión de gobierno y los Presupuestos son un debate entre los partidos, pero sí se podría ver si el PP tiene voluntad. Puede ser que la reunión desatasque la situación, o no”, avisan. Azpiazu y Montoro ya se conocen, porque el ahora consejero ha sido hasta hace unos días el portavoz económico del PNV en el Congreso de los Diputados y, por tanto, ha llevado buena parte del peso de las negociaciones presupuestarias en Madrid. No obstante, de la reunión de hoy solo se esperan gestos muy preliminares. Otra de las cuestiones a debate puede ser el Concierto Económico, con la concertación de los nuevos impuestos sobre los refrescos para que sea Euskadi quien los recaude aunque la regulación corresponda a Madrid.

De momento, no ha habido intercambio en materia presupuestaria porque el PP ha estado más centrado en la negociación del déficit autonómico, unas conversaciones que ha focalizado en los socialistas porque gobiernan en varios territorios.

La cita. El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, se reunirá con su homólogo estatal, Cristóbal Montoro, para acordar el límite de déficit de la comunidad autónoma para el próximo año, que no se espera que difiera demasiado del 0,6% pactado para las comunidades de régimen común. Las discrepancias sobre el Cupo sobrevolarán el encuentro, en el que Azpiazu espera gestos para acordar una solución. También podrían abordar la concertación de los nuevos impuestos sobre los refrescos para que Euskadi los recaude, aunque la regulación corresponda a Madrid.

El Cupo. Es el dinero que se paga al Estado por los servicios que presta en suelo vasco. La ley venció en 2011 y debe renovarse. Además, está pendiente de resolver la discrepancia en la aplicación de ese Cupo, donde Euskadi cree que se le deben 1.600 millones de euros. El PNV reclama la convocatoria de la Comisión Mixta para resolver el asunto.

Una de las tres condiciones. El Cupo es una de las tres condiciones previas que ha puesto el PNV para hablar de las Cuentas estatales, junto con el impulso al TAV y la retirada de los recursos contra leyes vascas.