MADRID - Las comisiones del PSOE y el PSC se reunieron ayer por primera vez en el marco de las negociaciones abiertas para resolver la crisis en su relación, desatada después de que los catalanes rompieran la disciplina de voto y rechazaran la investidura de Mariano Rajoy. La reunión tuvo lugar en Madrid, y se produjo en un clima de deshielo después de que la andaluza Susana Díaz, quien se ha convertido en la líder de facto del PSOE y probablemente optará a la secretaría, se reuniera con el PSC para limar asperezas. Ayer hubo buen tono, pero no quedó nada claro un dato capital en el futuro de sus relaciones: si el PSC podrá seguir participando en la elección del secretario general de Ferraz, o si quedará vetado como represalia, algo determinante en la medida en que han sido críticos con Díaz. Cada una de las partes realizó ayer una interpretación diametralmente opuesta de lo que se había decidido en la reunión: el PSC descartó ese castigo, pero el PSOE pidió no extraer conclusiones de antemano.

Así lo constataron en sendas ruedas de prensa el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, y el portavoz de la gestora del PSOE, Mario Jiménez, después de la reunión, en la que también participaron Elena Valenciano y Francisco Fuentes (por el PSOE) y Antonio Balmón y Meritxel Batet (en representación de los socialistas catalanes). El PSC cree que la “amenaza” de que sus militantes no participen en la elección del próximo secretario del PSOE está “aparcada”, aunque Ferraz no descartó que sea uno de los cambios orgánicos que estudie la comisión negociadora para revisar sus relaciones. Ambos mantienen la distancia sobre el resultado del proceso de revisión que se demorará unos meses, aunque coinciden en asegurar que el objetivo es seguir juntos. En las últimas semanas ha habido gestos de distensión del PSC, que ha aparcado su apuesta por una Ley de Claridad al estilo canadiense y un referéndum si falla la reforma constitucional del PSOE.

Illa calificó de “muy positiva” la cita y explicó que el objetivo es “consolidar” las relaciones que a día de hoy están reguladas por un protocolo que data de 1978. Se mostró optimista al considerar que la “amenaza” de que los militantes del PSC queden fuera de la elección del líder del PSOE “queda aparcada”. Sin embargo, matizó que es su impresión personal. Después, el portavoz de la gestora confirmó que el PSOE no tiene una decisión tomada. “No quiero anticipar ninguna posición, hay que ser muy respetuoso con el proceso de diálogo que abrimos”, dijo. - DNA