madrid - El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, insistió ayer en sus críticas a “algún medio de comunicación” por el “acoso” a Rita Barberá, pero también reconoció que su partido se pudo equivocar cuando le planteó que se diera de baja, y así, afirmó: “Quizá deberíamos haberla amparado”.

Hernando se refirió al proceso que emprendió su partido una vez el Tribunal Supremo decidió citar a Barberá para que declarase por un supuesto caso de blanqueo de capitales en el PP del Ayuntamiento de Valencia, cuando era alcaldesa. “Hablamos con ella y se tomó la decisión que se diera de baja porque era la mejor opción para que estuviera tranquila, para que pudiera vivir, pero no fue así. Todos hemos cometido errores, y yo me incluyo”, señaló el portavoz del PP en el Congreso, uno de los dirigentes populares que entonces, ante las críticas de la oposición y las preguntas de los medios, puso más distancia con Barberá.

Hernando reconoció que hubo “intereses electorales” en la decisión de dar de baja a la exalcadesa, una decisión que aseguró que vino motivada porque la oposición la “estaba usando para golpear al PP” y perjudicar sus opciones en Galicia y Euskadi, en campaña por entonces.

Igual de crítico se mostró el expresidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps, amigo íntimo de Barberá, que ayer afeó a su partido, el PP, no haber “rodeado de cariño y de afecto” a la exalcaldesa cuando “no estaba en las mejores condiciones y además de manera injusta”, remarcando que para la ex regidora, “el PP era su familia”. “La familia de Rita era el PP de España, su gente, y cuando uno está mal y se encuentra bajo un ataque absolutamente absurdo, desmedido y falsario necesita que su familia esté con ella, rodeándola, acogiéndola, queriéndola, porque si no siente que ha hecho una tarea personal estéril”, aseguró Camps en declaraciones a la Cope.

Camps remarcó que Barberá dedicó su vida a hacer de Valencia una ciudad con un proyecto de prosperidad y convivencia, y una ciudad “con una lealtad a España brutal”, de modo que en los últimos meses se preguntaba cómo podía estar viviendo esa “locura” y ese “desastre”. También se mostró convencido de que su investigación judicial por blanqueo en el caso Taula no hubiera llevado a nada. - Efe/E.P.