gasteiz - El lehendakari desveló ayer la identidad de los once rostros que compondrán su nuevo equipo de gobierno. Iñigo Urkullu ha mantenido intactos los pilares nucleares que sustentaron su ejecutivo en la anterior legislatura, en una decisión que apunta a la continuidad en las políticas de reactivación económica, sanidad y educación. En esos desempeños, que conforman la columna vertebral de todo gobierno, repetirán como consejeros Arantxa Tapia, Jon Darpón y Cristina Uriarte, respectivamente. Ese núcleo se mantiene intacto a pesar de que la firma del gobierno de coalición con los socialistas haya desembocado en la incorporación de tres consejeros del PSE, que se centrarán en otras tareas. A ese dato habría que sumarle la continuidad de Josu Erkoreka, quien será el hombre fuerte del gabinete jeltzale al mantener la portavocía y sus tareas en defensa del autogobierno vasco y las leyes que sean recurridas por Madrid. La novedad radica en que lo hará bajo un nuevo barniz, en una consejería que será rebautizada con un nombre cargado de simbolismo: gobernanza pública y autogobierno. Todo ello, en un momento en que ha repuntado la conflictividad con Madrid por los recursos contra leyes vascas, y también en una legislatura en la que habrá de negociarse el nuevo estatus de autogobierno con el Estado español. Erkoreka será el interlocutor con Madrid en un contexto en el que también al otro lado de la mesa, en España, Rajoy ha designado a un cargo en cierta medida equivalente nombrando a Soraya Sáenz de Santamaría como responsable de la relación con los territorios. Quedará liberado de las tareas relacionadas con la justicia, que pasan a otra consejería.

La intención del lehendakari ha sido reforzar el perfil político del gobierno con dos decisiones: la consejería de Erkoreka, y la incorporación del diputado Pedro Azpiazu a Hacienda, un departamento que hasta ahora tenía un papel puramente técnico y en el que va a resultar clave la negociación en un Parlamento muy plural. Ya se había anunciado la marcha del consejero Ricardo Gatzagaetxebarria por razones de salud, y ayer se conoció que Azpiazu tomará el relevo del departamento encargado de la hucha del dinero y de repartir recursos entre las distintas políticas. El diputado del Congreso tiene experiencia en esas lides. Fue técnico en anteriores gobiernos y hasta ahora ha sido el portavoz económico del PNV en la Cámara estatal. Además, cuenta con un perfil político y negociador, y se le reconoce un carácter afable, al que tendrá que recurrir para acordar las Cuentas al menos con un tercer partido, porque PNV y PSE se quedan a un escaño de la mayoría absoluta. Se da la circunstancia de que tanto Erkoreka como Azpiazu proceden del Congreso y tienen una nutrida agenda de contactos con Madrid, lo que será útil a Lakua en la nueva etapa que afronta el autogobierno.

Erkoreka y Azpiazu en el ámbito político y Tapia (que se ve reforzada asumiendo las infraestructuras y el tren de alta velocidad) en el económico serán los tres pilares del gobierno. Se mantiene Estefanía Beltrán de Heredia en Seguridad, una muestra de confianza del lehendakari en la encargada de adaptar la Ertzaintza al tiempo sin ETA a pesar de las críticas a su labor vertidas por los sindicatos. Salen Toña, Gatzagaetxebarria y Oregi. Uriarte sigue en Educación, pero dejará las funciones de Cultura y Política Lingüística a Bingen Zupiria, director de Deia. En su currículum figuran tres hitos relacionados con su futuro desempeño: fue director de EITB, es licenciado en Filología Vasca por la Universidad de Deusto, y tiene experiencia en los gobiernos de coalición PNV-PSE en la medida en que fue responsable de comunicación en el gabinete de Ardanza.

La mayor reorganización se ha registrado en los departamentos relacionados con el trabajo y las políticas sociales, unas atribuciones que quedan repartidas entre PNV y PSE. Ángel Toña había gestionado hasta ahora el departamento de Empleo y Políticas Sociales, que englobaba también el diálogo con los sindicatos y la patronal. Ese departamento se va a desgajar en tres y quedará reforzado.

La socialista María Jesús San José será la encargada del diálogo social desde Trabajo y Justicia. Ahora ejercía como directora de Función Pública en la Diputación de Álava. Fuentes socialistas encuadran la pertinencia de su nombramiento en que conoce la función pública, donde radica buena parte de la conflictividad laboral. Empleo y Políticas Sociales, incluyendo Lanbide y la gestión de la RGI, quedará en manos jeltzales con la diputada de Servicios Sociales de Araba, Beatriz Artolazabal. Las dos nuevas consejeras proceden del gobierno de coalición PNV-PSE en Álava, un bagaje que les puede ser útil para coordinarse en su nueva tarea.

puntal del pse La tercera consejería que brota desde el antiguo departamento de Toña es la de Vivienda, que se fusionará con Medio Ambiente y Planificación Territorial, la tarea que abandona Ana Oregi. Ahí se ubicará Iñaki Arriola, sin duda el lugarteniente del socialismo en el gobierno. Es su secretario general en Gipuzkoa, donde fue reelegido por unanimidad. Estuvo en las negociaciones con el PNV y conoce el campo de la gestión, ya que fue consejero de Infraestructuras con López y alcalde de Eibar. El tercer socialista es Alfredo Retortillo, muy conocido por sus intervenciones como analista político en radio y televisión y su trabajo en el Euskobarómetro. El sociólogo llevará la cartera de Turismo, Comercio y Consumo.