GASTEIZ. Darpón (Bilbao, 1959), casado y con tres hijos, es especialista en medicina familiar y comunitaria, y profesionalmente ha dedicado una buena parte de su carrera a la gestión sanitaria de centros públicos y privados.

Fue coordinador de trasplantes en Cruces entre 1993 y 1996, año en el que ocupó la subdirección médica de este hospital vizcaino, aunque poco después ascendió a director médico del hospital de Txagorritxu.

Llegó en 1999 a director de asistencia sanitaria de Osakidetza donde estuvo hasta que en 2005 fue nombrado director gerente del hospital Universitario de Basurto.

Desde 2010 y hasta su primera entrada en el Gobierno vasco en 2012 fue director gerente de varias clínicas del IMQ en Donostia y Zorrotzaurre.

Su legislatura anterior ha sido complicada en cuanto a la relación con los sindicatos, que convocaron paros y huelgas en diciembre de 2014 y abril de 2015 para protestar por los recortes, especialmente en las plantillas, ya que consideran que en las dos últimas legislaturas se han perdido más de 3.000 puestos de trabajo y la temporalidad en Osakidetza llega al 40 por ciento.

Darpón y su equipo han hecho gala de haber ampliado la plantilla estructural de Osakidetza en 700 plazas y de haber mantenido, pese a las complicaciones presupuestarias, una política de inversiones que ha permitido abrir diez nuevos centros de salud y nueve consultorios, así como mejoras en el hospital de Gernika, la ampliación del Hospital Universitario de Araba y la inauguración del de Urduliz.

A lo largo de la pasada legislatura Darpón sacó adelante el Plan de Salud que fija la estrategia sanitaria hasta el 2020, año de vigencia final también de otros planes destacados como el de cuidados paliativos, la estrategia de investigación e innovación en salud y el segundo plan de normalización del uso del euskera.

Considerado uno de los consejeros del núcleo duro del lehendakari, Jon Darpón tiene marcado ya el camino de la legislatura una vez que ya ha procedido a la organización interna de Osakidezta por territorios.

Bajo el epígrafe "derecho universal a la salud", PNV y PSE-EE firmaron su compromiso "de mantener la cobertura sanitaria para toda la ciudadanía vasca" y "salvaguardar la equidad en la atención sanitaria".

Durante su anterior mandato y en defensa de la universalidad de la prestación, el consejero mantuvo un enfrentamiento con el Gobierno español por la atención sanitaria a los inmigrantes, el copago farmacéutico y el decreto de prescripción enfermera, entre otros.