gasteiz - La de ayer fue una jornada de debuts en la bancada de EH Bildu, ya que al papel que desempeñó Maddalen Iriarte hay que sumar que la primera portavoz de la bancada fue Miren Larrion. Destacada por su papel en la gobernabilidad de Gasteiz -siendo segunda fuerza cedió sus votos al jeltzale Gorka Urtaran para desalojar al popular Javier Maroto-, quiso trasladar este modelo al Parlamento, tras constatar que “esta sociedad dijo en las elecciones que quería un acuerdo de país y en su lugar tendremos por desgracia el viejo acuerdo entre partidos de siempre”.
Pese a la crítica, y al igual que Iriarte en un estilo de oposición amable que los próximas sesiones confirmarán si está llamado a quedarse, dejó la puerta abierta a acuerdos: “Tenemos un camino que hacer con el PNV y también con Podemos. Y abrimos la puerta a los demás, porque si el acuerdo es bueno, es posible acordar con todos”.
En una intervención bilingüe, Larrion apeló a Podemos, con quien coincidió al ver al PNV “metido en la rotonda”: “Urkullu suspende no porque no ha estudiado lo suficiente, sino porque no quiere aprobar ni en materia social, ni con quien más sufre. Eso nos va a tocar a nosotros ya nosotras”. En esa línea, ofreció a Pili Zabala y su bancada “trabajar conjuntamente en las instituciones, pero también en la calle, donde se cambia la realidad”.
Tras preguntar a Urkullu si será “subalterno” de Madrid y criticar la Lomce, entre otros, censuró que el candidato jeltzale compareciera “para hablar de industria pero no de política industrial”. Por ello, Larrion denunció que el Ejecutivo “en política industrial se parece a las empresas familiares que fundan los abuelos, mantienen los padres y dilapidan los nietos”. No todo fueron críticas y hubo aspectos, como los puntos de paz y convivencia del acuerdo PNV-PSE, a los que Larrion se agarró: “No son nuestros, pero hay avances”. - J.A.