madrid - El PP colocará finalmente a Jorge Fernández Díaz al frente de una comisión parlamentaria en el Congreso al burlar el veto de la oposición a su nombramiento para presidir la Comisión de Exteriores, una de las más prestigiadas de la Cámara. El Grupo Popular ha decidido proponer al exministro del Interior como presidente de la Comisión de Peticiones de la Cámara baja. Este órgano parlamentario se encarga de canalizar los escritos que registran los ciudadanos con peticiones a la Administración. Se trata de una de las comisiones de composición reducida en las que solo hay un diputado por grupo parlamentario y, si hay votaciones, se aplica el voto ponderado -cada uno representa los votos de su grupo en el Pleno-. Dado su tamaño, no se vota la mesa, sino que la presidencia se adjudica al representante del grupo mayoritario, mientras que el segundo grupo -el PSOE- se hace con la vicepresidencia y el tercero -Unidos Podemos- con la secretaría.
Con anterioridad a esta decisión, el PP había nombrado presidenta de la comisión a la diputada gallega Pilar Rojo, que deberá abandonar ahora el puesto para dejar paso a Jorge Fernández Díaz. De hecho, en la tarde de ayer ya se presentó el escrito de relevo entre ambos diputados. De este modo, el PP se salía al final con la suya después de ver cómo la oposición, incluido el PSOE, vetaba a Fernández Díaz como presidente de la Comisión de Exteriores o de la Comisión del Tribunal de Cuentas, cargos para los que inicialmente le había designado el Grupo Popular.
La designación de Fernández Díaz, el único ministro de Rajoy que ha sido reprobado por la Cámara baja, como presidente de la Comisión de Exteriores se daba por hecha después de que el pasado martes el portavoz socialista, Antonio Hernando, anunciara que no se iban a oponer a su nombramiento ni iba a presentar un candidato alternativo. El PSOE, según Hernando, iba a votar a en blanco al igual que Ciudadanos. Sin embargo, 24 horas más tarde dieron marcha atrás y obligó de este modo al PP a retirar la candidatura de Fernández Díaz. Ayer no fue Hernando quien explicó este nuevo cambio en sus posiciones, sino que fue su adjunta en la portavocía, Isabel Rodríguez, quien aseguró que habían trasladado a los populares que su candidato era “impresentable”, al tiempo que exigieron a la formación gobernante que “reaccionara y reflexionara” presentando a otra persona que no fuera Fernández Díaz.
Pugna con Podemos En el fondo de la decisión del PSOE subyacía la presión que ejerce sobre ellos Unidos Podemos después de que los socialistas se abstuvieran para facilitar la investidura de Rajoy. Así, Isabel Rodríguez apuntó que “lo relevante en el día de hoy es que Fernández Díaz no es ni va a ser presidente de la Comisión de Exteriores porque el PSOE lo ha impedido. Esa es la fuerza de la oposición del Partido Socialista”.
Sin embargo, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se atribuía para su formación el hecho de que el PP no presentara la candidatura de Fernández Díaz. Según Iglesias, el PSOE “ha sentido la presión” de la formación morada. “Dijimos que era una vergüenza. De alguna manera planteamos al PSOE que por mucho pacto parlamentario que hubieran hecho con el PP, es de vergüenza que este señor presida una comisión. Parece que el Partido Socialista ha sentido presión”, señaló. No obstante, para el líder morado la no designación del exministro del Interior “no es gran cosa” porque al final será otro candidato popular quien presida la comisión.
Desde el PP también acusaron a los socialistas de hacer “seguidismo” a Podemos hasta convertir a Pablo Iglesias en líder de la oposición. Así se manifestó el portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando, quien instó a que los socialistas aclaren cuál es el papel que quiere jugar en el Congreso. “El PSOE tiene que decidir si viene a esta Cámara a construir o a destruir, ya que si insisten en seguir a la rueda que marque Podemos, acabarán por convertir a Pablo Iglesias en el líder de la oposición