El Gobierno francés y los cargos electos de Euskadi norte ultiman los preparativos para poner en marcha la nueva mancomunidad única dentro de dos meses. Un proyecto definido por el Gobierno francés, que ha apoyado el 70% de los ayuntamientos. La nueva institución, que por primera vez agrupará los 158 municipios de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, contará con una asamblea de 233 representantes. Según el decreto publicado la semana pasada por el prefecto de Pirineos Atlánticos Eric Morvan, Baiona contará con 22 escaños, Anglet con 18, Biarritz con 11, Hendaia con 7 y Donibane Lohizune con 6. Varias localidades tendrán dos o tres representantes y la inmensa mayoría tan solo uno.

La forma de decidir la representación que tendrán las zonas más pobladas de la costa labortana, donde se concentra un 80% de la población, y de las zonas rurales del interior, es un punto de desencuentro entre partidarios y detractores de la nueva entidad. Pequeñas localidades bajonavarras o zuberotarras como Arantsusi o Etxebarre, que cuentan con unos 70 habitantes, tendrán cada una un representante mientras que cada uno de los delegados que enviará Baiona representará a dos mil personas. El municipio de Azkaine, por ejemplo, que tiene algo más de cuatro mil habitantes, también contará con un único representante.

Los detractores tienen un plazo de dos meses para recurrir el último decreto del prefecto. La alcaldesa de Aiziritze, Chantal Erguy, asegura que ha llegado la hora de dejar de pensar en clave de municipio ya que, a su juicio, cada uno de los 233 miembros de la nueva asamblea representará al conjunto de los 158 municipios de Euskadi norte. La ley de descentralización preve la creación de otra asamblea de unos sesenta miembros para gestionar las nuevas políticas públicas. El hecho de que esta entidad concentre todo el poder es uno de los únicos puntos en el que están de acuerdo tanto partidarios como detractores. Y advierten de que la verdadera pelea por el poder se producirá en el momento en el que se nombre a los sesenta miembros de este ejecutivo local.

Preocupación La unión de las actuales diez mancomunidades de Iparralde en una única a partir del 1 de enero de 2017 ha provocado preocupación en las filas del sindicato CGT. La central critica abiertamente la ley de descentralización Nôtre que permite el cambio institucional en Iparralde, a pesar del amplio apoyo de las corporaciones municipales. Los portavoces de la CGT aseguran que el millar de trabajadores con los que cuentan las actuales mancomunidades no han sido consultados y que en la actualidad desconocen cuáles serán sus cometidos y sus condiciones laborales en enero. Tampoco saben si la nueva entidad supondrá más movilidad para los trabajadores entre Hendaia, Baiona y Zuberoa. El sindicato ha exigido que los trabajadores públicos tengan las mismas condiciones y ha advertido de que solo aceptará cambios si son aumentos de salarios. La CGT, que pone en duda que la nueva entidad permita ofrecer más proximidad a los usuarios, ha pedido reunirse con el grupo de trabajo de electos que prepara la puesta en marcha de la nueva institución.

El alcalde de Senpere, una de las primeras localidades que votó a favor del cambio de forma unánime, ha contestado que no existen motivos para la preocupación, ya que los servicios más competentes del Estado francés colaboran estrechamente en el proceso de creación de la nueva entidad. Pierre Marie Nousbaum pone como ejemplo la reciente unión entre todas las oficinas de turismo del sur de Lapurdi y subraya que el cambio no ha supuesto la amortización de puestos de trabajo. El primer edil minimiza las preocupaciones de los sindicatos y adelanta que incluso las personas que se jubilarán en breve serán sustituidas.

Tras más de dos siglos de permanente rechazo en París, finalmente en algunas semanas Euskadi norte contará con una institución propia. Pero una mancomunidad no equivale a un departamento, ni mucho menos un estatuto de autonomía. El debate en torno a esta cuestión ha provocado una tensión y una profunda fractura entre partidarios y detractores. La polémica centra incluso la precampaña electoral de cara a las elecciones legislativas que se celebrarán en la primavera de 2017. La actual diputada socialista por Baiona Colette Capdevielle, ferviente partidaria del cambio, ha explicado que será de nuevo candidata porque el territorio no se merece a una representante hostil a los intereses de la zona. La primera teniente de alcalde de Baiona, la conservadora Sylvie Durruty, contraria al cambio propuesto y que se perfila como la candidata del centro-derecha, ha calificado la actitud de Capdevielle de “maniquea y populista”.

La disputa se extiende al círculo de empresarios. Hasta el 2 de noviembre, 14.000 empresarios de Iparralde deben elegir a sus representantes en la Cámara de Comercio e Industria de Baiona. Pueden elegir entre dos listas: la del agente inmobiliario André Garreta, actual presidente de la CCI, que apoya la creación de la mancomunidad única; y la que encabeza el presidente de la patronal MEDEF y concejal conservador en Baiona Philippe Neys, hostil a la nueva mancomunidad, que califica de primer paso hacia la construcción de un Estado vasco. Y entre quienes han convertido este asunto en centro de la polémica está Christophe Hondelatte, uno de los periodistas de Iparralde más conocidos por sus programas en las principales televisiones y emisoras de radio en París que lamentó hace unos días en las redes sociales que los cargos electos vascos prefieran realizar un primer paso hacia la independencia en vez de colaborar más con el sur de Las Landas.