bilbao - ETA asegura que el zulo recientemente incautado en el norte de Francia en una operación preparada conjuntamente por las fuerzas españolas y galas no era un arsenal que estuviera siendo utilizado por la organización armada, sino que ya sabía que llevaba un tiempo siendo vigilado y bajo control policial. Es decir, sería un zulo trampa de las propias fuerzas de seguridad, que ahora habrían decidido levantar ese señuelo. No se trataría, por tanto, de una situación análoga a la que provocó el desmantelamiento del arsenal de Biarritz, que sí era relevante y estaba pensado para escenificar un gesto de desarme y forzar un proceso de diálogo.

En un comunicado enviado a Gara, ETA no aportó nada más. Anunció que “intentará cumplir todos sus compromisos y adoptará otros nuevos”, que no concretó, para desbloquear el desarme, y aseguró que la operación policial del 12 de octubre en Francia “no fue desmantelar un zulo sino desactivar una trampa preparada” contra la banda. Su comunicado no motivó ninguna reacción política más allá de la de Sortu, que interpretó que está dispuesta a continuar con el desarme.

La organización afirma que las armas encontradas fueron “dejadas fuera del proceso de sellado” porque “ETA sospechó hace tiempo que las fuerzas policiales estaban vigilando” y “desde hacía tiempo nadie de la organización se había acercado a ese lugar”. El Ministerio del Interior, por el contrario, trasladó el mensaje de que era un zulo estratégico concebido para el desarme, de tal modo que la operación fue un golpe a su estructura. - DNA