madrid - No quiso dar pistas. El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez seguía anoche sin desvelar qué hará después de decir no a Mariano Rajoy junto a sus compañeros en la primera votación para la investidura del candidato del PP, lo que disparó los rumores en los corrillos socialistas, donde no se descartó incluso que deje su escaño antes de la segunda votación, cuando los socialistas tienen el mandato del partido de pasar del rechazo a la abstención. “Lo veréis”, es lo único que dijo al abandonar el hemiciclo cuando los periodistas le preguntaban repetidamente por lo que va a hacer.
Sánchez, que ayer reapareció en el Congreso tras su dimisión del 1 de octubre, no desveló públicamente sus intenciones y, de hecho, fue muy parco en sus palabras a los medios de comunicación. En las redes sociales anunció que iba a acudir al debate y que en la primera sesión votaría no junto a sus compañeros, pero cuando se le preguntó después en los pasillos por sus planes para la segunda votación se limitó a señalar que el sábado será otro día.
Sánchez permaneció algo más de tres horas en el debate de la mañana, donde siguió con muy poco entusiasmo la intervención del portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, a quien sólo aplaudió por cortesía al finalizar su turno de palabra, al igual que otros diputados críticos. “Es un buen parlamentario”, se limitó a decir Sánchez. Después, comió con dos diputados de su entorno más próximo, el valenciano José Luis Ábalos y la balear Sofía Hernanz, y volvió al Congreso alrededor de las 16.30 horas. Antes de entrar, explicó que responderá “con hechos” a la pregunta de qué hará en la segunda votación. “¡Si acabo de llegar! ¿Ya me queréis echar?”, bromeó cuando se le preguntó si tiene previsto dejar su acta antes de la segunda votación.
rumores Y es que esta posibilidad fue muy comentada en los corrillos socialistas durante toda la jornada. Algunos diputados -del sector crítico con la gestora- apuntaban que Sánchez podría dejar su escaño antes de mañana, para mantener su coherencia con el no a Rajoy y no romper la disciplina de voto. A juicio de muchos socialistas, de todas las sensibilidades, si el ex secretario general vota no y desacata el mandato del Comité Federal, no sólo sería el primer ex secretario general del PSOE que rompe la disciplina de su grupo, sino que estaría inhabilitado para tratar de liderar el partido de nuevo.
Y algunos opinan que Sánchez va a intentar volver a la Secretaría General. De hecho, se comentó que, además de dejar su escaño, Sánchez podría aprovechar para anunciar que se presentará a las primarias del próximo congreso del PSOE.
De una u otra forma, lo que casi todo el mundo descarta es que Sánchez acuda mañana a votar abstención, la única posibilidad que no generaría un nuevo terremoto en el PSOE, donde ya se da por descontado que habrá ruptura: además de los siete diputados del PSC, los socialistas de todo signo cuentan con el no de las independientes Zaida Cantera y Margarita Robles y con que habrá algunos más. La dirección no quiere hablar de las posibles sanciones. Pero todos coinciden en que no puede haber excepciones, aunque el PSC puede tener un trato diferente por ser otro partido, y en que si Sánchez se encuentra entre quienes rompen, la situación será más complicada. Así, si se descarta la abstención, las únicas posibilidades que restan son que Sánchez vote no o que se ausente y entregue o no su acta. Afines a la gestora no ven viable que rompa y pretenda seguir. No acudir a votar y seguir en el escaño sería la opción más fácil de gestionar para algunos, aunque hay quien apunta que ese movimiento contaría como una abstención y, además, puede dar la impresión de que Sánchez no quiere dar la cara. Mientras tanto, persiste el enfado de los afines a Sánchez por la decisión de la gestora de no replantearse que sólo se abstengan los once diputados que necesita Rajoy. Para los críticos, tras esta decisión está el objetivo de “humillar” a Sánchez y de “llevarle al precipicio” para que decida dejar su escaño y darlo por aniquilado de cara a las primarias. - DNA
Sin reencuentro. El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, acudió al Congreso a escuchar la intervención del portavoz socialista, Antonio Hernando, saludó allí al dimitido Pedro Sánchez. “Yo no le voy a decir a quien ha sido secretario general lo que tiene que votar el sábado”, aseveró Fernández, tras matizar aunque se hubieran saludado, no había habido “reencuentro”. Foto: Efe