Iruñea - La presidenta de Nafarroa, Uxue Barkos, afrontó ayer su primer Debate sobre el estado de la Comundidad arropada por una mayoría parlamentaria que volvió a demostrar su solidez y por unos datos sobre la evolución social y economica que, como la Encuesta de Población Activa, empiezan a dar alguna alegría. Toda una garantía en una jornada en la que Barkos quiso enviar un mensaje de optimismo desde la convicción de que hoy Navarra “avanza más y mejor” que hace un año.
La mayoría parlamentaria volvió a cerrar filas en torno a un proyecto político que sale reforzado tras las acometidas protagonizadas por UPN y PP, de forma especialmente crispada en el caso de Javier Esparza. Y que el gobierno del cambio aspira a sumar en el futuro al PSN, a quien la presidenta volvió a tender la mano: “En esta senda de progreso realista y profundo seguiremos trabajando, y en ella será bienvenido quien quiera colaborar en un futuro mejor”. Es tiempo de acuerdos, enfatizó, obligada por la aritmética parlamentaria, pero confiada en que los 26 votos que hoy sustentan al Gobierno permiten dar un paso más.
Barkos apuntó al Convenio Económico, al reposicionamiento de Nafarroa en Europa, la política lingüística y la convivencia como los “acuerdos imprescindibles para la construcción de los fundamentos básicos de una sociedad en progreso y civilizada”. La oferta de pacto fue el último disparo de un discurso de casi dos horas, y que comenzó describiendo la situación que se encontró hace algo más de un año. Un inventario pormenorizado, y que tanto en lo referente a las cifras comprometidas -prácticamente uno de cada cuatro euros del gasto no fijo-, la falta de planificación, como a los asuntos que requerían una solución urgente, resultó por momentos estremecedor. “Es un suma y sigue tan dramático como desalentador”, describió.
Pero el grueso del discurso de Uxue Barkos estuvo dedicado a repasar las acciones de gobierno en las que su gabinete ha estado trabajando el último año y a plantear los desafíos de futuro que considera debe encarar Nafarroa durante los próximos ejercicios. “Nos encontramos en un momento trascendental para lograr que la ciudadanía navarra sea capaz de subirse al tren de la nueva sociedad en construcción y debemos hacerlo en vanguardia, siendo motor de innovación social”, dijo. Insistió a su vez en que “el cambio es hoy una realidad en nuestra Comunidad, que avanza más y mejor que hace un año”.
Barkos elogió la salud de la entente cuatripartita entre Geroa Bai, Bildu, Podemos e IE, así como el compromiso de estabilidad en torno al Acuerdo Programático -“la mayoría de la Cámara sigue articulada en torno al mismo acuerdo, reforzado en el paso del tiempo”, afirmó- e incluso “en la reinvidicación de la diferencia política entre socios”. Pero también mostró su intención de “ensanchar el espacio del cambio de progreso para Navarra” y por sumar otras mayorías sociales en el camino.
ETA como argumento La portavoz del PP, Ana Beltrán, volvió a recurrir ayer a la exageración para sustentar su crítica al Gobierno foral. “Han hecho una reforma fiscal sanguinaria”, denunció. Pero especialmente llamativa fue la intervención del portavoz de UPN, Javier Esparza. Bronco y crispado, llegó a acusar a la presidenta de “mentirosa”, “manipuladora” y “prepotente”. En su turno de réplica fue a más con apelaciones personales y con ETA como argumento principal. “Nosotros poníamos los muertos y sus socios los pistoleros”, llegó a señalar Esparza mientras agitaba desde el atril varios carteles de la izquierda abertzale.
La portavoz del PSN, María Chivite, se mostró abierta a una colaboración que Barkos aceptó en lo que puede ser un punto de partida para llegar a acuerdos en los próximos meses. Las cuatro fuerzas del cambio optaron por cerrar filas en torno al Gobierno y por responder a las críticas de UPN.