madrid - El PSOE se desangra día a día. Se trata de una herida que no termina de suturar y que ahonda más en la división que se visualizó en el Comité Federal celebrado el pasado domingo. A medida que se acerca el momento clave, la hora de abstenerse para favorecer un gobierno de Rajoy -el próximo sábado por la tarde-, son cada vez más los diputados socialistas que anuncian que no acatarán la decisión del Comité Federal y votarán no al líder del PP.

El intento realizado por los barones territoriales posicionados con el no para arrancar de la gestora del PSOE una abstención técnica, de los once diputados necesarios para sacar adelante la investidura, ha resultado baldío. La petición en este sentido cursada por los secretarios generales de las federaciones socialistas de la CAV, Navarra, Madrid, Castilla y León, Murcia, Baleares, Murcia y Ceuta, tuvo como respuesta la negativa por parte del presidente de la gestora, Javier Fernández. Condicionado por la postura intransigente de barones como Guillermo Fernández Vara y, especialmente, Susana Díaz, el actual máximo responsable de la formación de Ferraz se mostró ayer inflexible en su postura. “El término abstención adoptado por el Comité Federal es suficientemente claro”, aseguró en la rueda de prensa posterior a su entrevista con el rey Felipe VI. Fernández, además, desveló que se había puesto en contacto con los ocho barones territoriales que abogan por la abstención técnica para recordarles lo que ya dijo tras el Comité Federal, que la decisión es “imperativa” y afecta a todo el grupo parlamentario. De hecho, confirmó al monarca español que “todo el grupo socialista” facilitará la investidura de Rajoy.

A cuentagotas Si embargo, esa postura de fuerza puede explotarle en las manos a la gestora del PSOE y a la propia Susana Díaz. A medida que se acerca el día de la investidura son más los disputados que anuncian de forma clara que se mantienen en el no a Rajoy. La última en posicionarse fue Zaida Cantero, la exmilitar reconvertida en diputada gracias a Pedro Sánchez, que le incluyó en las listas socialistas.

De momento son casi dos docenas de disputados socialistas los que se mantienen en el no. Así, a los siete representantes del PSC, hay que añadir a Zaida Cantero, Odón Elorza, Margarita Robles, la aragonesa Susana Sumelzo, los baleares Sofía Hernanz y Pere Joan Pons y las gallegas Pilar Cancelo y Rocío de Frutos. Asimismo, según fuentes próximas al sector alineado con el no a Rajoy, en las próximas horas podrían dar este paso otros cinco diputados más: la palentina Mari Luz Martínez Seijo, la zamorana Mar Rominguera; la asturiana Adriana Lastra, el valenciano José Luis Ábalos y la murciana María González Veracruz.

Además, fuentes próximas a Pedro Sánchez no descartan que el ex secretario general del PSOE diera finalmente el paso y se posicionaría con este grupo de diputados. En una reciente entrevista concedida a este diario Margarita Robles mostraba su convencimiento de que Pedro Sánchez no se abstendrá en la investidura de Rajoy. “Es una decisión personal, pero estoy convencida de que, por coherencia, Pedro Sánchez no se va a abstener”, señalaba la jueza.

Como líder moral de todos estos diputados que van a desobedecer la orden del Comité Federal, son muchos lo que apuntan a que Sánchez no les va a dejar de lado y se pondrá al frente de todos ellos. Si Sánchez da este paso, a buen seguro que sería también secundado por quien ha sido su número dos en la Ejecutiva del partido, el riojano César Luena.

medidas disciplinarias La pregunta es qué va a suceder con estos diputados si finalmente no acatan la decisión del Comité Federal. Barones como Fernández Vara y García Page han llegado a hablar de “divorcio” en el caso del PSC, y son muchos los que piden que aquellos diputados que no se abstengan sean apartados del Grupo Socialista, con lo que tendrían que recalar en el Grupo Mixto. Una medida que, de cumplirse las previsiones de votos negativos, podría dejar a la bancada socialista incluso con menos efectivos que la de Podemos.

El presidente de la gestora, sin embargo, no quiso adelantar ayer si habrá medidas disciplinarias contra los diputados díscolos. “Ni yo ni la gestora que presido nos hemos planteado qué tipo de acciones vamos a adoptar en el caso de que se produzca esta, llamésmole, desobediencia en relación al mandato del Comité Federal”, aseguró.

Según Fernández, ahora no es momento de pensar en medidas disciplinaria, sino de “persuadirles” para que se avengan a secundar la decisión del Comité Federal. Sin embargo, por ahora, y en este auténtico tour de force que se ha convertido la lucha por el poder en el PSOE, la gestora cierra todas las puertas al sector crítico.