madrid - Nada más aceptar el encargo del rey Felipe VI de someterse a una nueva sesión de investidura, Mariano Rajoy se vistió ayer el traje de político abierto al diálogo con todos los grupos. El objetivo está muy claro: “Voy a intentar que la legislatura dure cuatro años”, aseguró tras su despacho con el monarca español. Dada la posición de minoría del PP con sus 137 diputados, dio muestras de tener totalmente asumida la necesidad de negociar con el resto de fuerzas en la presente legislatura. Algo que no llevó a la práctica durante su gobierno con mayoría absoluta, en el que el rodillo popular fue la norma.
Ya en su papel de presidenciable, Rajoy tiró de pragmatismo y alabó la resolución adoptada el domingo por el Comité Federal del PSOE, que prevé la abstención en segunda votación para posibilitar su investidura, no con pocas grietas en su disciplina interna. Así, opinó que dicha decisión tiene aspectos “positivos y razonables”, y de hecho destacó como un primer síntoma de “entendimiento” el “acuerdo clarísimo y rotundo para evitar repetir las elecciones”. A continuación, el líder del PP admitió que el consenso actual es “limitado” y apostó por “incidir en los temas que unen y aparcar los que nos separan o hacer el doble de esfuerzo para que dejen de separarnos”.
En cualquier caso, Rajoy se comprometió a trabajar desde el minuto uno para que su gobierno sea “capaz, estable y duradero”. Un ejecutivo del que volvió a eludir ofrecer cualquier pista, en presencia además de Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, que personalizan la pugna por hacerse fuertes en dicho gabinete. Una vez dado el sí al rey, el proceso de convocatoria del pleno se puso en marcha de inmediato y la presidenta del Congreso, Ana Pastor, lo convocó a las 18.00 horas de esta tarde.
Siguiendo el esquema de las últimas sesiones de investidura, la jornada de hoy estará dedicada de forma exclusiva al discurso del candidato a La Moncloa, en el que expondrá su programa sin límite de tiempo. A partir de las 9.00 horas de mañana será el turno del resto de grupos, en orden de mayor a menor número de escaños. Tras la intervención del portavoz del Grupo Popular, Rafael Hernando, se procederá a la primera votación, en la que Rajoy necesita mayoría absoluta. El PSOE se expresará en contra de la investidura, por lo que se convocará otra votación el sábado; dado que entonces solo se requiere una mayoría simple, podría ser investido con la abstención de los socialistas. Felipe VI firmará el domingo el decreto de nombramiento de Rajoy, y este jurará el lunes su cargo.