El líder del PP, Mariano Rajoy, no ha dado ninguna pista sobre la formación de su nuevo Gobierno si resulta investido, pero desde el Ejecutivo y desde su partido se apunta a un gabinete con un perfil más político y menos técnico que hasta ahora ante una dura legislatura con imperiosa necesidad de acuerdos.

Rajoy aseguró el pasado viernes, en la conferencia de prensa que ofreció en Bruselas al término de la reunión del Consejo Europeo, que no ha dedicado aún “ni un minuto” a pensar en los integrantes de su posible nuevo Gobierno. Y a renglón seguido garantizó que, si es investido presidente, será el rey Felipe VI el primero en conocer la composición de quienes se sentarán con él en la mesa del Consejo de Ministros.

Pese a esa declaración, fuentes cercanas al presidente subrayan su convencimiento de que tiene ya prácticamente preparado el que será su nuevo Gobierno, pero solo hablará con los interesados e informará a su círculo de confianza en el último momento, antes de anunciarlo, como siempre hace.

Nadie quiere estar en las quinielas de ministrables. O mejor dicho, nadie quiere salir en ninguna de las se publiquen, porque, como bromea un dirigente popular, no hay nada peor que aparecer en una quiniela: cuanto más se repita tu nombre, menos posibilidades acabas teniendo. Así que en los últimos días, en los pasillos del Congreso, dirigentes del partido y algún que otro ministro pedían no ser mencionados.

Los hay, sin embargo, que no esconden su intención de seguir, como es el caso del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien lo dijo públicamente hace unos días, o el titular de Exteriores, José Manuel García Margallo, que no lo oculta en sus conversaciones con la prensa.

Nadie duda de la permanencia de Soraya Sáenz de Santamaría en el Ejecutivo, en el que ha sido hasta ahora la mano derecha del presidente, aunque hay quienes creen que mantendrá su poder intacto y otros que apuntan que podría variar alguna de sus competencias y que en la actualidad incluyen el Ministerio de la Presidencia y la portavocía del Gobierno.

Está por ver si la otra mano derecha de Rajoy, en este caso en el PP, María Dolores de Cospedal, entra también en el Gabinete, una posibilidad en la que hay coincidencia casi unánime en todas las fuentes consultadas y que apuntan mayoritariamente a la cartera de Interior por su pasado como subsecretaria en este departamento. En caso de acceder al Gobierno, Cospedal compaginaría un ministerio con la Secretaría General del PP, algo que en su momento también hizo Francisco Álvarez Cascos, según recuerdan las fuentes populares.

También hay muchos pronósticos que dan por hecha la permanencia en el Ejecutivo de Fátima Báñez. La ministra de Empleo ha ganado puntos en los últimos meses, sobre todo por su papel en la negociación del PP con Ciudadanos. Rafael Catalá se da como seguro, aunque con la duda de si en su cartera actual de Justicia o en Fomento, y existe una opinión generalizada de que Isabel García Tejerina se ha ganado la confianza de Rajoy en Agricultura, e Íñigo Méndez de Vigo en Educación.

Frente a la coincidencia en esos tres casos, hay opiniones distintas sobre las opciones de Cristóbal Montoro, Pedro Morenés, Jorge Fernández y José Manuel García Margallo para permanecer en el equipo de Rajoy.

Un equipo en el que se da por hecho que no habrá mucha variación en el número de trece carteras con las que ha contado desde 2011 pero que en la actualidad son asumidas por diez ministros tras las salidas de José Manuel Soria, Alfonso Alonso y Ana Pastor y que, por el hecho de estar en funciones, no pudieron ser sustituidos. Sin embargo, sí podría introducir novedades en su estructura, como sería la creación, por ejemplo, de una vicepresidencia económica a la que podría optar Luis de Guindos.

Se ha hablado mucho en los últimos días del futuro de la última hornada de la dirección del PP. Fernando Martínez-Maillo, Javier Maroto y Pablo Casado están en muchas quinielas, pero no se ven dando ese salto al Ejecutivo, o al menos así lo subrayan tanto ellos como sus entornos. Entienden que su papel ahora está en el partido. Aunque también el PP tiene ante sí, cuando se forme Gobierno, un próximo congreso en el que podrían volver a moverse algunos nombres. Y eso es algo que puede que Rajoy tenga en mente a la hora de confeccionar su equipo.

“Si ya lo sabe, sólo lo sabe él”, afirma uno de los nombres citados en los pronósticos como ministrable, que concluye: “La previsibilidad de Rajoy es imprevisible”. - Efe

Dolores de Cospedal. La secretaria general del PP apunta como posible responsable de Interior, pero en su contra está la pugna que mantiene con la vicepresidenta Sáenz de Santamaría. Sáenz de Santamaría. Ha sido la mano derecha de Rajoy en la pasada legislatura. Hay quienes creen que mantendrá intacto su poder, pero otros consideran que si entra Cospedal perderá competencias.

Pablo Casado. Junto a Martínez-Maillo y Javier Maroto representan la hornada joven del PP. Los tres aparecen en las quinielas, pero otras fuentes apuntan a que seguirán en la fontanería de Génova.

Jorge Fernández Díaz. El responsable de Interior está quemado políticamente y prueba de ello es su reprobación por el Congreso por sus conversaciones con el exdirector de la Oficina Antifrau. García Margallo. El ministro de Asuntos Exteriores no ha ocultado su deseo de continuar en el gabinete, pero a lo largo de la pasada legislatura tuvo varios encontronazos con otros ministros.

Cristóbal Montoro. Es conocida su poca sintonía con Luis de Guindos, y podría ser el sacrificado si Rajoy otorga a De Guindos más protagonismo al frente de una vicepresidencia económica.