madrid - El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, considera que, si Mariano Rajoy es investido presidente del Gobierno español pero fuera imposible aprobar después unos nuevos presupuestos para 2017, la mejor solución sería disolver las Cortes el 3 de mayo y convocar nuevas elecciones.

Margallo hizo esta reflexión en su intervención en un almuerzo en el Club Siglo XXI en el que reconoció que, por lo que se va sabiendo del PSOE, parece que finalmente habrá investidura porque la permitirán mediante su abstención.

El presidente en funciones y el PP en general han optado estos días por permanecer en silencio para no interferir en el proceso interno de los socialistas. En Génova dan por descontado que finalmente el PSOE optará por algún tipo de abstención que garantizaría a los populares seguir en Moncloa. Pero son conscientes de que una abstención sin más les aboca a una legislatura en la que controlan el BOE pero no el Congreso, donde las fuerzas de oposición suman mayoría. Esta misma semana han probado de esa medicina ya que los partidos de la oposición han impedido al Gobierno de Rajoy vetar en la Cámara baja la tramitación de la derogación de la Lomce. No es más que el preludio de lo que puede ser la legislatura.

La estrategia del PP pasa por salvar la investidura y, además, amarrar un acuerdo de mínimos con los socialistas que les permita gobernar con estabilidad. Y los Presupuestos son fundamentales para ellos. De ahí que Margallo rompiera ayer el silencio decretado en Génova y pusiera voz a las urgencias del PP. Por eso, aprieta a los socialistas amagando con un globo sonda de nuevas elecciones a finales de junio del año que viene.

En este sentido, Margallo defendió que lo mejor para la próxima legislatura es que hubiera un acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos para afrontar con garantías retos como las reformas y ajustes necesarias para cumplir con los objetivos de déficit pactados con Bruselas. Al no haber sido posible ese acuerdo, admitió que el día a día de la legislatura no va a ser un ejercicio sencillo y va a haber que “torear” con 137 diputados y negociar cada jornada “en un clima muy complicado”. Si como consecuencia de esa dificultad fuera imposible aprobar un nuevo presupuesto, aboga por la convocatoria de nuevas elecciones. “Si no hay presupuestos, la única solución sería la disolución de las Cortes el 3 de mayo”, apostilló.

El 3 de mayo de 2017 se cumplirá un año de la convocatoria de las elecciones generales del 26 de junio, y la Constitución determina que no se podrán convocar nuevos comicios hasta que transcurra al menos un año de la última convocatoria de elecciones. - DNA