madrid - El giro del PSOE del “no es no” a Rajoy a abstenerse en la investidura y propiciar de este modo que el PP pueda conformar gobierno es ya un hecho. La gestora socialista convocó ayer reunión del Comité Federal para el próximo domingo, cita en la que, salvo sorpresa mayúscula, el órgano de dirección el partido entre congresos cambiará el discurso mantenido a lo largo de estos últimos meses y se decantará por la “abstención como mal menor ante la alternativa de tener que ir a unas terceras elecciones”. Ahora la duda es cómo se producirá esa abstención, si será de todo el Grupo Socialista en el Congreso, una abstención técnica -solo los once diputados necesarios para que salga investido el líder del PP-, o se se recurrirá a la abstención urinaria, término acuñado en los mentideros políticos de Madrid y que vendría a significar la ausencia en el Pleno de los diputados necesarios para que la sesión de investidura salga adelante.

Después de que el pasado lunes fueran los socialistas andaluces los que dieron el paso al frente al abogar sin ambages por la abstención en bloque de todos los diputados, el presidente de la gestora, Javier Fernández, testó ayer la opinión de los diputados y senadores socialistas en una reunión en el Senado donde, de una manera mayoritaria, los parlamentarios socialistas se posicionaron a favor de la abstención y de que todos los diputados acaten la disciplina de voto. De los diecisiete parlamentarios que tomaron la palabra en la reunión de Fernández con los representantes socialistas en ambas Cámaras, solo tres defendieron mantener el no a Rajoy en la sesión de investidura.

En su intervención, el presidente de la gestora insistió en que a día de hoy no hay opción de un gobierno alternativo al PP ante la negativa de Podemos y Ciudadanos y, por ello, centró el debate entre “abstenernos o ir a unas terceras elecciones que los ciudadanos no quieren, de las que se nos culpará y en las que la duda será con cuantos diputados va a gobernar la derecha”. Por todo ello, y aunque afirmó que ninguna de las dos opciones son buenas, situó a la abstención como “el mal menor”. El presidente de la gestora del PSOE, además, volvió a asegurar que “abstenerse no es apoyar al PP”. En la reunión, ninguno de los que tomaron la palabra defendieron la opción de una abstención técnica de once diputados. En la línea de lo expuesto la víspera por Juan Cornejo, número dos de Susana Díaz, el diputado sevillano Antonio Pradas, hombre de confianza de la líder de los socialistas andaluces afirmó que la decisión que tome el Comité Federal debe ser respaldada por todos los diputados porque “el PSOE debe defender con clartidad el mensaje, y el mensaje es no a unas terceras elecciones”.

Acatar la decisión Una vez que el giro hacia la abstención parece ya inapelable, los dirigentes afines a Pedro Sánchez aseguararon ayer que aunque mantienen que lo mejor sería votar no a Rajoy, acatarán lo que decida el Comité Federal.

Así se se expresó quien fuera número dos de la anterior Ejecutiva, César Luena, quien aseguró que la decisión del Comité Federal se cumplirá, aunque no por “disciplina de voto, sino por “democracia”. El diputado por La Rioja dejó claro que “todos debemos cumplir lo que decida el partido. Si hay abtención, se cumplirá”.

Patxi López, otro de los que se había alineado con las tesis de Pedro Sánchez, aseguró que acatará la decisión del Comité Federal. En la misma línea se expresó la diputada Adriana Lastra, otra de las leales al anterior secretario general, que afirmó que ella “nunca rompería la disciplina de voto”, aunque aseguró que cree que por ahora la posición mayoritaria en el Comité Federal sigue siendo la del no a Rajoy.