madrid - Tras el tumultuoso Comité Federal del pasado 1 de octubre que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez, quien hasta entonces había sido su número dos en el partido, César Luena, y ante la amenaza de que los militantes fieles a Sánchez se dieran de baja en la formación de Ferraz, hizo un llamamiento a la calma. Luena abogó porque nadie dejara el partido. Ayer, tras la reunión del Grupo Socialista del Congreso y del Senado con el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, el ex secretario de Organización repitió la misma proclama: “Pido a los militantes que se queden en el partido y a los que estén pensando en afiliarse, que lo hagan. En el futuro del partido, en un tiempo que espero que no pueda ser muy largo, los militantes del PSOE decidirán qué tiene que ser el PSOE y qué tiene que ofrecer a la sociedad española. Por tanto, que se queden y hagan valer su voz y su voto”, remarcó.

Para muchos esta llamada a la militancia de César Luena es la pista de aterrizaje para que Pedro Sánchez aspire de nuevo a dirigir el PSOE. El día de su dimisión, Luena aseguró que si Sánchez decide volverse a presentarse a las primarias, podría contar de nuevo con él.

Y todo apunta a que Sánchez sí intentará volver a tomar el control del partido. Tal como señaló Odón Elorza en una entrevista concedida a este diario, “Sánchez ha salido con el fervor de la militancia y si las primarias no se retrasan volverá con muchas fuerzas y posibilidades”.

La cuestión es esa, cuándo se realizará el Congreso pendiente para designar la nueva dirección. A los actuales dirigentes, con Susana Díaz en la recámara, les interesa dilatar en el tiempo el Congreso, con lo que disminuirían las opciones de Pedro Sánchez. De momento, y a la espera de los nuevos pasos del ex secretario general, ahí queda la llamada a la militancia de César Luena.

OPción deslegitimada Por lo que respecta a la decisión que adoptará el próximo domingo el Comité Federal ante la investidura de Mariano Rajoy, Luena sostuvo ayer que si el máximo órgano de decisión del PSOE decide abstenerse, aún siendo “legítima” orgánicamente esa decisión, “estará deslegitimada en el fondo político, por no escuchar a los militantes, que son los que tienen que tener la voz”.

Tras defender una vez más que “lo mejor para España y para el PSOE es votar no”, el diputado discrepó con la gestora en que la pregunta que tienen que hacerse los socialistas sea “si hay que evitar terceras elecciones o no”. En su opinión, la pregunta correcta es “si con el apoyo indirecto a través de la abstención tiene que seguir gobernando el PP”, y tanto los votantes como los militantes tienen la “respuesta muy clara”.

Las palabras de Luena encontraron su respuesta en el nuevo portavoz del grupo socialista en el Senado, Vicente Álvarez-Areces, quien aseguró que si algo ha hecho el partido es “escuchar a los votantes y el resto de ciudadanos”. Además, a su juicio, si se realizara un referéndum sobre lo que opina la ciudadanía sobre unas terceras elecciones, la gente votaría “que no las quiere” porque “es muy difícil explicar que España lleve un año paralizada”.

Álvarez-Areces defendió la posición de la abstención porque, a su entender, el PSOE “no tiene ninguna opción concreta o real a formar un Gobierno alternativo al del PP”. Así, señaló que abstenerse en la sesión de investidura de Rajoy no significaría en ningún caso que la formación socialista apoye a un gobierno del PP.