BILBAO - La próxima semana será clave para despejar la política de pactos en la comunidad autónoma. El PNV abrirá una segunda ronda de contactos con los socialistas y la izquierda abertzale, los únicos partidos en los que ve margen para explorar acuerdos que den estabilidad a la legislatura del lehendakari Urkullu; y EH Bildu espera que le baste ese segundo tanteo para decidir si da o no por zanjado el intento por falta de sintonía y presenta su propia candidata a lehendakari en la sesión de investidura, que se prevé para finales de noviembre. En concreto, justo después de la ronda de la próxima semana, el sábado, EH Bildu pretende celebrar una asamblea para aclarar si presenta a su aspirante, una decisión que certificaría el fin de las negociaciones con los jeltzales aunque a lo largo de la legislatura se prevén acuerdos en cuestiones de país o votaciones concretas. Si se inclinara por presentar candidatura, todo apunta a que los honores recaerían en Maddalen Iriarte, con una dilatada trayectoria como periodista de EITB y que habría realizado una campaña electoral impecable en los debates y en sus diversas intervenciones, tal y como valoran en la coalición aber-tzale. Es un plazo reducido en cierta medida, aunque también es cierto que la expectativa de un acuerdo entre ambas partes se ha ido achicando en las últimas horas. La izquierda abertzale ha rechazado la condición previa que le planteaba el PNV y que consistía en un ejercicio de autocrítica sobre la violencia de ETA porque cree que ya lo ha hecho, y también ha abierto una ronda paralela de contactos con formaciones de izquierda para condicionar la labor de Urkullu a lo largo de su mandato. Además, sus preferencias se inclinan por una vía a tres en la que esté Podemos, algo que ya ha rechazado el partido morado.

La coalición recalcó ayer que la decisión la tomará su militancia en una asamblea que se celebrará en Donostia el próximo 22 de octubre. Los afiliados decidirán si las conversaciones con el resto de partidos tienen recorrido o si, por el contrario, lo mejor que puede hacer la coalición es presentar a su propia candidata. En ese caso, también serán los militantes quienes decidan quién sería la aspirante. Así lo anunciaron ayer la diputada de la coalición soberanista Marian Beitialarrangoitia y la portavoz Oihane Zabaleta. En principio, hay dos candidatas muy bien situadas, Miren Larrion y Maddalen Iriarte, pero la primera ha ido perdiendo posiciones ante el convencimiento de que está realizando un buen papel en el ayuntamiento de Gasteiz, donde se ha convertido en una figura al alza desde que hiciera posible el desalojo de Javier Maroto de la alcaldía. Por ello, podría centrarse en su labor municipal, aunque también está llamada a desempeñar tareas de relevancia en el Parlamento Vasco. De todos modos, una eventual alianza entre EH Bildu y Elkarrekin Podemos para la investidura podría contrarrestarse con una suma PNV-PSE. Otra opción pasaría por que Podemos presentara a su propia candidata, Pili Zabala, para confrontar modelos con los jeltzales. Todo apunta a que esa decisión se limará en las conversaciones que está llevando a cabo la izquierda en paralelo a la ronda de Urkullu.

grandes acuerdos EH Bildu volvió a apostar ayer por “favorecer grandes acuerdos de país” en torno a tres ejes (recortes sociales, autogobierno y pacificación). Al margen de que cuaje o no un pacto con el PNV para dar estabilidad a la legislatura, existe vocación de llegar a acuerdos por ambas partes en las cuestiones más estratégicas y de país. Para la estabilidad, lo que ha planteado la coalición aber-tzale es una vía a tres que incluya a Podemos, un planteamiento difícil de materializar desde el momento en que el partido morado ha descartado una vía de colaboración continuada con el PNV, al que pretende desalojar de las instituciones.