madrid - La lluvia que cayó de forma persistente desde la noche del martes en Madrid y que deslució el desfile militar con motivo de la Fiesta Nacional, el primero que se celebra con un Gobierno español en funciones, se convirtió en la perfecta metáfora de la situación política estatal: dirigentes del PP, PSOE y Ciudadanos aguantando el chaparrón en el palco de autoridades, en algunos casos bajo el mismo paraguas, con gesto especialmente serio, ya sea por lo incómodo del momento o por el bloqueo en la gobernabilidad. Dirigentes socialistas como el portavoz en el Congreso Antonio Hernando sufrieron especialmente la lluvia, por lo que su gesto de quitarse las gafas para limpiarlas fue continuo.

En este contexto, el presidente español en funciones, Mariano Rajoy, se mantuvo fiel a su estilo y fue especialmente parco en palabras. En una jornada en la que no se realizan declaraciones oficiales, pero prolija en corrillos sin cámaras ni grabadoras con los periodistas, el líder del PP se limitó a expresar que “lo mejor que puedo hacer es estar callado”. “No debo hablar”, insistió en una conversación informal con los medios durante la recepción ofrecida por los reyes, y tan solo admitió que la interlocución con el PSOE es ahora “más fácil” que cuando Pedro Sánchez era secretario general.

De este modo, explicitó la situación de impasse en que se encuentra hasta que los socialistas fijen una posición sobre un posible nuevo pleno de investidura, ya sea mantener su actual rechazo a que el dirigente popular permanezca otra legislatura en Moncloa, posibilitar con su abstención su nombramiento o, incluso, limitar dicha abstención a once parlamentarios, los únicos que Rajoy necesitaría para alcanzar su objetivo.

No obstante, mientras el PSOE deshoja la margarita, la maquinaria ha echado a andar dados los exiguos plazos para evitar nuevas elecciones. El calendario para un eventual debate de investidura de Rajoy que manejan socialistas y populares apunta a que este podría ser investido el día 29, aunque la presidenta del Congreso, Ana Pastor, advirtió ayer de que no ha tomado una decisión al respecto.

Esa función le correspondería en cuanto el rey le proponga un candidato, tras la ronda de consultas de los próximos 24 y 25 de octubre. El portavoz del PSOE en la Cámara baja, Antonio Hernando, apostó por el 26 como primer día para una sesión de investidura, con lo que la previsible segunda votación tendría lugar el sábado 29. De ser elegido, Ana Pastor podría comunicárselo al rey al día siguiente, y la toma de posesión de Rajoy en Zarzuela se celebraría el lunes 31, el último día disponible para ello.