donostia - Vayamos a Euskadi, ¿Ha pesado en el resultado del PSE el ruido de Madrid?

-Ha pesado, no sé cuánto, pero ha pesado. Yo hablé con Sánchez después de la investidura fallida de Rajoy y le dije que se tenía que poner a trabajar en el intento de alcanzar un acuerdo de regeneración que diera paso a un gobierno alternativo. Es más, le dije que sería un banderín de enganche en las elecciones vascas y gallegas, donde teníamos que haber ido no solo con el mensaje de la coherencia del “no es no” , sino que había que complementar con un nuevo modelo de acuerdo de país. Eso no se realizó y creo que nos ha perjudicado.

¿Qué cuerpo le quedó al ver que el PP en Euskadi, que ha sido residual, tiene los mismos parlamentarios que el PSE?

-Es un golpe duro del que hay que recuperarse. La historia es larga, hay ciclos que cambian para unos y otros y lo mismo que hace años tuvimos un buen resultado, ahora hemos tenido uno malo y hay que recuperar el ánimo e intentar remontar el vuelo.

¿Le ha sorprendido el contundente triunfo del PNV?

-A mí no, para nada. Han hecho una gestión tranquila en la etapa de crisis, sin jugar a aventuras soberanistas. Han sido conscientes de que lo prioritario era atender y combatir los efectos de la crisis. Han contado con el apoyo del PSE y todo ello les daba una imagen de estabilidad, sobre todo mirando a lo que sucede en Catalunya. Por eso pensaba que podía sacar ese buen resultado, e incluso mejor.

Ahora llega la hora de los pactos y el PNV parece que ve en el PSE un buen aliado.

-Le concedo toda la confianza a Idoia Mendia. No sé lo que sucederá. Creo que sería interesante algún tipo de acuerdo, de investidura o de gobierno, pero algún tipo de acuerdo del PNV y PSE que dé estabilidad cuatro años más a Euskadi siempre que las políticas sociales queden garantizadas y siempre y cuando el PNV no se tire al monte ante la competencia a la que le van a someter Podemos y EH Bildu con el tema del derecho a decidir.

Desde Podemos hablan de un pacto con PSE y EH Bildu para repartir los puestos de la Mesa de la Cámara. ¿Es un acuerdo que se podría dar?

-Creo que PSE y PNV deberían hablar a fondo sobre el alcance de un posible acuerdo. No se trata de hablar de la estabilidad del gobierno, sino del Parlamento y de políticas concretas, que se mantengan durante cuatro años y sin aventuras suicidas.

O sea que descarta ese eje entre PSE, Podemos y EH Bildu.

-Hoy por hoy lo veo como un juego de salón. Pura retórica. Hay que convivir y conocernos más.

Estamos a días de que se cumplan cinco años del anuncio del fin de la actividad de ETA ¿Cómo valora este tiempo transcurrido? ¿Qué pasos quedan por dar?

-La convivencia se ha ido asentando, pero que duda cabe que hay asignaturas pendientes muy importantes. Unas afectan al reconocimiento de los errores cometidos por lo que es el cuerpo político de la antigua Herri Batasuna, que ha tratado de justificar y legitimar el terrorismo durante años. Eso no se ha producido. Pero por el otro lado hay asignaturas como las políticas penitenciarias, la reinserción de los presos, el progresivo acercamiento de los presos a cárceles de Euskadi. Determinadas políticas de colaboración entre los dos gobiernos en esta materia. Hay muchas asignaturas pendientes que han estado en el congelador durante los cuatro años que ha gobernado el PP y este quinto año de parón. Por eso me da mucho miedo un nuevo gobierno del PP para abordar estas cuestiones.