donostia - Odón Elorza reconoce que ha vivido una semana negra que ha derivado en la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE y una grave crisis interna en el seno de la formación de Ferraz. En la reunión de los diputados socialistas con los hombres fuertes de la gestora, volvió a defender la necesidad de explorar un gobierno alternativo al PP y que la militancia sea partícipe de la decisión que se adopte sobre la hipotética investidura de Rajoy
Una semana movida.
-Ha sido una semana negra en la que han explotado todas las contradicciones. La confrontación que había, fundamentalmente por una lucha de poder orgánica pero también por diferencias estratégicas y de modelo de gobierno, al final estalló y mediante una serie de errores y órdagos que venían de atrás desembocó en un Comité Federal que realmente fue lamentable.
¿Pedro Sánchez midió bien sus fuerzas en el Comité Federal?
-No lo sé. En todo caso no se tenía que haber llegado a esta situación de confrontación abierta. Si ambas partes hubieran puesto un poco de inteligencia y generosidad se podía haber buscado una solución. Algunos intentamos buscar una salida transaccionada el martes pasado que contentara a ambas partes. Sin embargo, esa mediación, en la que también tomaron parte sectores de Izquierda Socialista, no tuvo éxito. Lo que en esencia se necesitaba era un debate en profundidad sobre el posicionamiento ante la gobernabilidad. Y ese debate, que se tenía que haber producido el día después de que Rajoy no salió investido, no se hizo. Pedro Sánchez, en lugar de plantear ese debate en profundidad, planteó que el partido necesita una sola voz y que hay que hacer primarias y el congreso exprés. Creo que ese fue su gran error, plantear un órdago que no estaba bien planteado ni en las formas ni el fondo.
¿A qué hemos asistido? ¿A una lucha ideológica o de personas?
-Quiero pensar que en el PSOE nadie es capaz de traficar con el poder. Por eso quiero entender que ha habido diferencias de concepción orgánica, ha habido un distanciamiento entre hombres y mujeres que habían ido juntos de la mano en las primarias en las que ganó Pedro Sánchez. Todo eso ha trascendido a la vida del partido y ha impedido la cohesión interna. Ha habido un enfrentamiento gratuito del que el PSOE ha salido muy mal parado.
¿Le ha sorprendido la actuación de algunos barones?
-Creo que no debemos personalizar porque el daño está hecho y no se trata de descalificar a unos u otros, pero sí diré que en este año, desde las elecciones del 20 de diciembre, además del acoso y derribo de la derecha y de algunos medios de comunicación a Pedro Sánchez, también ha habido dentro del PSOE algunos líderes que con sus declaraciones han dificultado, entorpecido o puesto en cuestión la labor que realizaba Sánchez, que se ajustaba a las resoluciones del Comité Federal del 28 de diciembre.
¿Cree que Susana Díaz dará el paso para dirigir el PSOE?
-Esa respuesta la tiene que dar ella, pero en todo caso entiendo que lo que haga dependerá de la fecha en que se convoquen las primarias. A corto plazo dudo que se pueda presentar y dependerá también de cómo ella o su equipo interprete cómo está posicionada la militancia, que ahora mismo se siente un poco despreciada.
César Luena pidió a la militancia que no se dé de baja, que ellos decidirán el futuro del PSOE. ¿Implícitamente estaba abriendo la puerta a que Sánchez vuelva a intentar recuperar el mando en el partido a través de las primarias?
-El partido ha perdido pero, y entre comillas, quien de alguna manera ha ganado es Pedro Sánchez, que sale con el fervor de la militancia, porque no va a tener que asumir la responsabilidad de una supuesta abstención o de un mal resultado en unas terceras elecciones. Él sale como un secretario general que dimite por voluntad y sale con fuerza en la militancia y creo que si las primarias no se producen dentro de mucho tiempo volverá a concurrir con mucha fuerza y con muchas posibilidades.
En la reunión del grupo parlamentario socialista solo salieron tres voces críticas con propiciar una abstención a Rajoy, la de Margarita Robles, la de Rafael Simancas y la suya.
-Lo que yo defendí es que no había que dar por muerto el intento de formar un gobierno alternativo con una fórmula a la portuguesa o a la valenciana, un acuerdo de regeneración que une a muchas fuerzas. Y en segundo lugar, lo que defendí es que si al final, por muchas razones, vamos a una abstención, que esta decisión sea sometida a la consulta de la militancia.
¿Dónde estaban los diputados que han sido fieles a Pedro Sánchez en el “no es no”?
-Creo que la gente que estaba en torno a Sánchez estableció el criterio de no intervenir y en segundo lugar también es verdad que algunos diputados se baten en retirada o están deprimidos y no quieren provocar y alimentar un debate que consideran que está perdido.
El portavoz de la gestora, Mario Jiménez, ha asegurado que la posición la debe marcar el Comité Federal y que no se contempla una consulta a la militancia.
-Es una opinión muy respetable. Yo ya he dado mi opinión al respecto y como no podía ser de otra manera respeto la de Jiménez. También quiero saber qué opina sobre esta cuestión Idoia [Mendia] que es mi secretaria general en el PSE, y qué opinan la militancia y los órganos de dirección del PSE en Gipuzkoa. También me debo someter a ellos.
Jiménez también dijo que todo los diputados socialistas votarían lo que decida el Comité Federal.
-Sí hay una disciplina de voto, está en el reglamento del grupo, pero también es verdad que por lo menos yo en varias ocasiones he roto esa disciplina. Una con la abdicación del rey, otra sobre la eliminación de los aforamientos y una tercera por el plan de paz en Euskadi. Por eso digo que hay veces en las que por cuestión de conciencia, y explicando y avisando, te llevan a ejercer la libertad de conciencia. Actuaré en función de los argumentos que se coloquen sobre la mesa en torno a la decisión que adopte el Comité Federal y, desde luego, tendré en cuenta la opinión de la militancia socialista de Gipuzkoa y de los órganos de dirección del PSE.
¿Cree que al PSE le pasará factura el haberse mantenido leal a Pedro Sánchez hasta el final?
-No, en absoluto. Espero que dentro del PSOE haya sentido de la tolerancia y que las aguas vuelvan a su cauce.
¿Cree realmente que el PP quiere su abstención o mira a las terceras elecciones?
-Al PP le interesaban ya las terceras elecciones el día después del 26 de junio. Los números no le salían y por eso ya pensaba en unas terceras elecciones. Es más, el pacto con Ciudadanos lo hizo con mucha desgana y, después de haber soportado el PSOE y Pedro Sánchez una etapa de acoso y derribo y de presiones, ahora lo que viene es una fase de chantaje porque entienden Rajoy y el PP que en pleno proceso judicial de la Gürtel se ven creciditos y ahora aspirarían encima a condicionarnos la abstención. Es de una indecencia insuperable la que expresan los señores del PP. Son capaces de hacer cualquier marranada para lograr una mayoría absoluta.
Emilio García Page retó al PP a ir a unas terceras elecciones diciendo que el PSOE presentaría una candidatura muy potente. ¿Están en el PSOE en condiciones de lograr esa candidatura potente?
-Sin comentarios.
Insisto, imagine que hay que ir a las terceras elecciones, ¿el PSOE, tal como está ahora, tiene condiciones para presentar una buena candidatura?
-Las condiciones no son las óptimas y habría que hacer el máximo esfuerzo, sobre todo no cometiendo más errores en lo que quedara de tiempo, y hablo en condicional, hasta esas terceras elecciones. Establecer unos compromisos políticos claros para que no volviera a suceder lo que ha ocurrido ahora, que ha habido sectores de la dirección que no querían un gobierno alternativo. Habría que hacer un gran esfuerzo, definir claramente nuestra política, elegir el mejor candidato o candidata y esperar. Pero repito, el que haya terceras elecciones es especular, lo mismo que el que haya sesión de investidura.
En las últimas horas ha salido el nombre de Ángel Gabilondo como un posible candidato en caso de tener que ir de nuevo a las urnas.
-Es hablar sobre especulaciones. Hay que esperar a ver qué decide el Comité Federal, qué pasa luego, qué actitud adopta el gobierno ante un supuesto pronunciamiento del Comité Federal, y si al final hubiera terceras elecciones sería el momento en el que el PSOE, en unas primarias, estableciera su candidato. Sin postular a nadie, debo decir que en las últimas semanas me he visto gratamente sorprendido por la actuación y la claridad de ideas de Pepe Borrell.
Sé que es hacer futurología, pero ¿qué se ve más cerca, una abstención del PSOE y la investidura de Mariano Rajoy o unas terceras elecciones?
-Sería hacer una apuesta en el vacío. A mí lo que me preocupa es que el Comité Federal debata en profundidad y espero que la decisión que se adopte sea la más digna y que sea explicada y, si puede ser, consultada a la militancia. Y si en todo caso hay que abstenerse, que sea de una manera simbólica, con un determinado número de diputados, no que sea la totalidad del grupo en el Congreso.
¿Entiende la actitud de Podemos cuando dice que quizá pudiera retirarles el apoyo en Aragón o en la Comunidad Valenciana? ¿El PSOE podría hacer lo contrario en el Ayuntamiento de Madrid o en el de Barcelona?
-No se puede entrar en esa guerra. O se han tomado unas copas al hacer esas declaraciones o son unos irresponsables que, además, quieren jugar sucio. Estas amenazas de Podemos son inaceptables y no pueden ser respondidas al mismo nivel por la dirección de PSOE.