Las miradas de personalidades, periodistas y el poco público que se acercó al exterior de la Casa de Juntas de Gernika -el acto fue cerrado y nadie que no estuviera acreditado pudo entrar al interior del recinto foral- estaban centradas en la foto histórica de los cinco lehendakaris de la democracia juntos bajo el Árbol de Gernika donde juró el cargo, tal día como ayer hace ochenta años, el patriarca de los lehendakaris, José Antonio Aguirre Lecube. El protocolo fue bastante exigente para todos ellos pues tuvieron que protagonizar prácticamente todos los actos programados durante la mañana, hasta la una de la tarde, para rendir culto a Aguirre.
El primero en entrar en escena fue el lehendakari Iñigo Urkullu que, tras el Consejo de Gobierno celebrado con sus consejeros en la misma sala en la que hace 80 años Aguirre y su gabinete se reunieron para constituir el primer Gobierno de Euskadi, recibió uno a uno, y por orden cronológico, a los exlehendakaris Carlos Garaikoetxea (1980-1985), José Antonio Ardanza (1985-1999), Juan José Ibarretxe (1999-2009), Patxi López (2009-2012). Tras la foto obligatoria intercambiaron impresiones y, a continuación, recibieron, a la sombra del Árbol de Gernika, a los familiares del lehendakari Aguirre, entre ellos su hija Aintzane, y de los consejeros de aquel primer Ejecutivo vasco.
En este primer inciso, Ibarretxe ya demostró que era el más desenvuelto y dispuesto a saludar y conversar con unos y con otros, mientras que el resto de los lehendakaris optaron por un perfil más institucional, y Urkullu se encargaba de ejercer de maestro de ceremonías, recibiendo a unos y otros.
Tras un breve receso, les llegó el momento álgido de una mañana cargada de simbolismo y de emociones, al que también quiso sumarse el sol. Acompañados de la música de la banda de la Ertzaintza, los cinco caminaron hasta el templete donde se refugía el Árbol Viejo, donde les esperaban cinco niños con sus respectivas makilas. Una vez recogidos los bastones de mando regresaron al árbol juradero y los depositaron detrás de los símbolos del lehendakari Aguirre.
Como se ve en la imagen a la derecha, los cinco lehendakaris descargaron ahí buena parte de la responsabilidad y relajaron la pose y el rictus. La sonrisa se adueñó de los cinco y de esa guisa entraron en la sala de Juntas donde les esperaba la parte final del acto conmemorativo de los 80 años del Gobierno de Aguirre. Siguieron desde la primera fila de la tribuna la interpretación teatral sobre la figura del primer lehendakari realizada por los actores Iñaki Rekarte y Ainar (en el papel de Aguirre) y Ainara Ortega (en el de su esposa Mari Zabala) con el apoyo del piano de Iñaki Salvador. El programa se completó con las actuaciones de los dantzaris de Kukai, el Orfeón Donostiarra, vídeos sobre la figura de Aguirre, la poesía de Kirmen Uribe o la música de Xabi San Sebastián, y como cierre la intervención del lehendakari Urkullu.
Rotas las filas, todos se despojaron del protocolo y los corrillos se reprodujeron como esporas tanto fuera como dentro de la Casa de Juntas. Así se pudo ver en distendida conversación a Urkullu con los exconsejeros Inaxio Oliveri y Patxi Ormazabal (de EA); Ardanza con Arnaldo Otegi departiendo un momento, el reencuentro de Ibarretxe con su vicelehendakari Idoia Zenarrutzabeitia, al igual que Garaikoetxea con su vice Mario Fernández, o Andoni Ortuzar con Otegi e Ibarretxe.
Mientras dentro recordaban a Aguirre, fuera un puñado de personas observaba a las personalidades en un día festivo en el que muchos no sabían porqué.