madrid - El jefe del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, no pondrá ninguna condición al PSOE a cambio de la abstención, si bien el presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, advirtió ayer de que consentir la investidura no supone “en ningún caso proporcionar estabilidad” al PP en la legislatura.

Rajoy y Fernández tienen previsto hablar en los próximos días para analizar el escenario político ante la decisiva decisión que el Comité Federal del PSOE debe tomar sobre su postura. Después de que algunos dirigentes del PP dejaran entrever que la abstención del PSOE debería venir acompañada de “unas mínimas garantías” para dar estabilidad al gobierno, Rajoy aclaró ayer que no exigirá nada a cambio.

“Yo, desde luego, no voy a poner ninguna condición. He leído mucho y veo que se especula mucho, pero voy a hablar con el señor Fernández cuando él lo desee y lo único que le voy a decir es que se necesita un gobierno en España rápidamente”, afirmó Rajoy antes de participar en un acto en Torremolinos (Málaga), rectificando así a sus compañeros que, como el portavoz en el Congreso Rafael Hernando, pusieron precio a una posible abstención de los socialistas y les exigieron algún tipo de acuerdo con el PP de más largo alcance.

El jefe del Ejecutivo confía en que ese diálogo con Fernández sea “a la mayor celeridad posible” y que se desarrolle “con absoluta franqueza”, si bien estima oportuno “dar tiempo” al PSOE, dentro del estrecho margen que hay, después de la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general el pasado sábado.

Rajoy subraya que su primer ofrecimiento al PSOE fue una gran coalición y luego, pactar un conjunto de reformas, pero al no tener respuesta positiva, se conforma con que se le deje gobernar para evitar unas nuevas elecciones que serían “un gran disparate”. A su juicio, es prematuro para hablar de los presupuestos de 2017 y que “lo urgente” es formar gobierno.

El líder de la gestora del PSOE considera “razonable” que Rajoy no pida condiciones para la abstención, pero para despejar dudas, le avisa de que desbloquear su reelección no supone darle soporte durante la legislatura. “El PSOE podrá consentir o no la investidura, pero en ningún caso le va a proporcionar estabilidad al PP. Tendrán que ganársela, porque es muy cómodo como ha estado hasta ahora con mayoría absoluta. Tendrán que buscar esa gobernabilidad y estabilidad día a día y de los grupos”, señaló Fernández.

Para el presidente de la gestora, plantear exigencias que serían “absolutamente inasumibles” haría al PP “responsable” de unas nuevas elecciones. Fernández convocará la próxima semana a los barones socialistas para intercambiar impresiones antes del Comité Federal, donde se acordará si se opta por la abstención o no.

terceras elecciones A falta de fijar la fecha de la reunión del máximo órgano, el presidente asturiano insiste en que la peor salida sería unas terceras elecciones, donde el PP lograría un mejor resultado. “Iba a ser estudiado en todas las facultades de política el hecho de que las decisiones que tome el PSOE vayan a conducir a Rajoy de 123 escaños a 150 ó 160 en pocos meses”, alertó. Fernández admitió ayer que hay una “ética de la convicción” que impediría votar en contra de Rajoy por la “corrupción oceánica” del PP, pero también resaltó que hay una “ética de la responsabilidad” que aconsejaría facilitar el gobierno al PP.

Los socialistas siguen sin poder pronunciar la palabra “abstención” aunque es lo que pretenden decir cuando, al mismo tiempo, afirman que peor que un gobierno en minoría de Rajoy lo sería un gobierno en mayoría. Ante la difícil decisión que tienen que tomar, la presidenta de Andalucía y líder del PSOE de dicha comunidad, Susana Díaz, remarcó que aunque “a veces sea doloroso y cueste, los ciudadanos siempre están por delante de los intereses del PSOE”. Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cree que “la abstención es imposible” a día de hoy ante la actitud del PP, al que ha pedido “como mínimo, no ponerse chulos” y buscar un acuerdo de estabilidad con Ciudadanos y PNV.

Otro de los barones de peso, el valenciano Ximo Puig, convino ayer en que el PP “pone muy difíciles las cosas” porque “lo primero que tendría que asumir Rajoy es que “ha hecho mucho daño a la democracia a través de la corrupción”. Ante la posibilidad de que algunos diputados socialistas rompan la disciplina de voto, Javier Fernández ha vuelto a pedir “responsabilidad” para que todos respeten lo que decida el partido.

Consciente de que se le esfuma la posibilidad de protagonizar un gobierno alternativo con los socialistas, también Podemos quiere meter la cuchara en torno al viraje del PSOE hacia la abstención. El portavoz en el Congreso, Iñigo Errejón, no sabe si creer al presidente del Gobierno en funciones cuando dice que no podrán condiciones al PSOE, o a otros dirigentes del PP que, en su opinión, quieren “humillar” a los socialistas y exigirles compromisos más allá de la abstención en la investidura del candidato popular. En este contexto, el dirigente morado pidió al PP que se “aclare” e incidió en que para Podemos sería una “mala noticia” que el PSOE optara por la abstención y dejara paso a un Gobierno liderado por Mariano Rajoy. - DNA