madrid - Ciudadanos (C’s) disipó ayer cualquier duda de que pudiera prosperar una investidura de Mariano Rajoy con el apoyo de los nacionalistas vascos y catalanes. Si no bastaba con los pronunciamientos públicos efectuados por el PNV y los partidos nacionalistas catalanes expresando su negativa a toda investidura del presidente español en funciones, la advertencia del partido liderado por Albert Rivera a los populares hace aún más inviable si cabe esa posibilidad.

No es una línea roja novedosa, ya que Ciudadanos la planteó y logró imponerla a Pedro Sánchez en el acuerdo de las 200 medidas que ambas formaciones sellaron de cara a la investidura fallida del líder del PSOE el pasado marzo. El partido naranja vuelve a sacar esa exigencia esta vez al PP en el marco de las negociaciones que ambas fuerzas políticas mantienen para cerrar un acuerdo de gobernabilidad previo al apoyo a la investidura de Rajoy.

Ayer fueron dos los líderes de Ciudadanos los que pusieron voz a la nueva exigencia. La líder del partido en Catalunya, Inés Arrimadas, advirtió a los populares de que, a pesar de que el PP y el partido naranja lleguen a un acuerdo para votar sí a la reelección de Rajoy, este apoyo podrá ser retirado en el caso de que el presidente del Gobierno español en funciones logre la abstención del PNV o el Partit Demòcrata Català (PDC) -la antigua Convergència- a cambio de “privilegios”. “Si esa abstención del PNV o hipotéticamente de Convergencia es a cambio de algo, de mirar hacia otro lado o a cambio de privilegios, nosotros no lo podemos aceptar”, señaló en una entrevista en Telecinco.

Arrimadas añadió que a la formación naranja le gustaría que Rajoy superase el debate de investidura tras una “negociación profunda” con los partidos constitucionalistas, recordando que la suma de los diputados populares y de C’s (137 y 32, respectivamente) no es suficiente. En cualquier caso, emplazó al PP a “sentarse” a dialogar porque “no se puede pretender que los apoyos le caigan del cielo”. Asimismo, hizo hincapié en que la postura de su partido ante una investidura de Rajoy a día de hoy sigue siendo una “abstención técnica”, ya que el proceso de negociaciones entre ambos partidos no han concluido todavía.

Posteriormente, fue el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, el que tiró del mismo hilo y recordó al PP que no puede llegar a acuerdos con otros partidos que sean “incompatibles” con el que firmen, si se da el caso, estas dos formaciones. Y citó al PNV. Además, Villegas señaló que “o se firma un acuerdo el fin de semana o no habrá acuerdo”, ya que el debate de investidura dará comienzo el próximo martes, 30 de agosto.

Las manifestaciones de los dirigentes del partido naranja cortan de raíz el mensaje que el PSOE y el propio PP pretende colocar sobre el tablero para alimentar la posibilidad de que una segunda intentona de investidura por parte de Rajoy tras el fracaso en la primera se produciría después de las elecciones autonómicas vascas y gallegas del 25 de septiembre. Según ese relato, una vez superados los comicios en la CAV, el PNV tendría las manos libres para apoyar la investidura de líder del PP a cambio de un eventual apoyo de los populares a la gobernabilidad de Iñigo Urkullu en Euskadi. Ayer mismo, la única diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, volvió a alimentar esta posibilidad al afirmar que, tras el 25-S, la formación con sede en Sabin Etxea podría “mover” su posición en función de los resultados de esos comicios.

En los últimos días los jeltzales se han manifestado sobre esta posibilidad de manera rotunda negando cualquier apoyo a que Rajoy o cualquier otro candidato del PP sea investido en la sesión parlamentaria de la próxima semana o en la que puede producirse más adelante.

La negativa de los jeltzales obedece a los choques que han mantenido con el PP y con el Gobierno de Rajoy durante los últimos cuatro años con el cuestionamiento del marco competencial vasco como telón de fondo. El Ejecutivo español ha sido especialmente hiperactivo en la adopción de medidas recentralizadoras que cercenan el autogobierno vasco por la vía de los decretos o a través de la imposición de recursos ante los tribunales. A todo ello los jeltzales añaden el “ninguneo” al lehendakari Iñigo Urkullu por parte del Gobierno español y de su presidente, que no ha atendido sus demandas para a través del diálogo buscar un entendimiento.

Amenaza al autogobierno Para los jeltzales nada ha cambiado por parte del PP ni de su presidente que permita al PNV apoyar su reelección. El previsible acuerdo que sellarán con Ciudadanos cierra aún más esa posibilidad, ya que, a su juicio, un posible gobierno entre PP y C’s supondría “una amenaza gravísima al autogobierno vasco”, señaló ayer el portavoz del Gobierno vasco y candidato del PNV por Bizkaia, Josu Erkoreka, en Onda Vasca.

“La trayectoria del PP ha sido de un gobierno que no cree en el Estado de las autonomías y lucha por destruirlo; en el caso vasco, un gobierno que incluso ha adoptado medidas dirigidas a anular aspectos esenciales del autogobierno vasco; imagínese lo que puede ser incorporar a Ciudadanos, una de cuyas obsesiones es el Concierto Económico”, manifestó Erkoreka, al que le llama la atención que las fuerzas políticas vascas “no se hayan dado cuenta y no hayan lanzado mensajes sobre esto, porque es la amenaza fundamental al autogobierno para acabar con las singularidades vascas”.