madrid - Apenas unas horas después de que finalizaran los Juegos Olímpicos de Río, en un ambiente distendido, con la presencia de medallistas españoles como Saúl Craviotto, Ruth Beitia y Carolina Marín, y en el marco de un programa deportivo nocturno de la Cadena Cope, el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, se sinceró ante una pregunta en apariencia inocente. “Presidente, ¿para Tokio 2020 habrá Gobierno, no?”, le trasladó en un momento dado Juanma Castaño durante el estreno de su espacio El Partidazo. “Bueno, yo ya no me atrevo a decir nada”, vino a responder el líder del PP, provocando las risas de los presentes.

Pese a lo informal del contexto y al tono de broma en que se expresaban los protagonistas de ese diálogo radiofónico, la respuesta de Rajoy pone de manifiesto una realidad aplastante: aunque sume, en último término, el apoyo de Ciudadanos y Coalición Canaria (CC) de cara al Pleno de investidura, los 170 escaños resultantes no son suficientes para ser nombrado presidente del Ejecutivo español. Seguiría necesitando al menos once abstenciones, y el principal destinatario de sus requerimientos para evitar esta posibilidad, el PSOE, sigue firme en su rechazo a brindarle ese apoyo.

Ello ha puesto el foco en el 25 de diciembre como fecha de unos probables terceros comicios generales en un año una vez el calendario, con sus plazos marcados de forma estricta, eche a andar cuando se produzca la primera votación para elegir presidente, el próximo día 30 en el Congreso. “Cada minuto que negociamos se hace más insostenible la posición del señor Sánchez”, aseguró ayer el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, en referencia al líder del PSOE de cara a seguir trasladándole la presión y la responsabilidad por una posible cita con las urnas en plena celebración navideña.

Los populares se sienten cada vez más fuertes a medida que avanza su negociación con Ciudadanos, pero también con Coalición Canaria, pese a que dichos apoyos disten de ser suficientes. A este respecto, la diputada de CC, Ana Oramas, afirmó ayer que su formación está dispuesta a considerar su apoyo a la investidura de Rajoy, pero después de una negociación: “Esto no va a ser un voto de adhesión”, precisó. Ayer mismo se reunió con el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, para abrir dicho proceso negociador. En declaraciones a los medios, recordó que ya hicieron llegar al PP sus propuestas y, “a diferencia de otras fuerzas políticas como Ciudadanos, sí estamos dispuestos a negociar”.